La emisión de ultrasonido a nivel de la superficie externa de la piel produce cambios de presión en el líquido intersticial del tejido graso, generando microburbujas (cavidades) que primero implosionan y más tarde estallan. Esta sobrepresión destruye las células grasas.
El contenido de grasa de estas células o triglicéridos se fragmentan en diglicéridos, eliminándose de forma natural a través de los sistemas urinario y linfático. Es un tratamiento indoloro y seguro, no requiere intervención quirúrgica, los resultados se hacen evidentes en las primeras semanas y es muy útil para el tratamiento de la grasa superficial y acúmulos grasos localizados. Cada sesión de ULTRACAVITACION tiene una duración de entre 30 y 45 minutos, en función de la extensión de la zona a tratar.