El Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), en el marco del Día Mundial de la Hipertensión Arterial, considera que es importante adoptar un estilo de vida saludable para su prevención y tratamiento.
La hipertensión arterial afecta a uno de cada tres adultos en Argentina, y es el factor de riesgo que produce más muertes e invalidez. En contrapartida, está demostrado que un correcto control reduce significativamente los casos de muerte, accidente cerebrovascular, infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca, daño renal o muerte súbita; por ello resulta esencial tanto la detección temprana como su efectivo tratamiento, basado en el cambio de los hábitos de vida y el tratamiento farmacológico.
Si bien la medicación hoy en día es altamente segura y efectiva, gran parte de su acción está condicionada por otros elementos como son el peso, el grado de actividad física y el contenido de sal y grasas en la dieta. Así, el trabajo en equipo entre el médico y los especialistas en nutrición y deportología es de gran valor.
«Es imprescindible adoptar una alimentación adecuada dentro de un estilo de vida saludable para la prevención y el tratamiento de la hipertensión arterial. La reducción de sodio en el manejo del paciente no es suficiente», aseguró el Dr. Alberto Villamil, coordinador de la Sección Hipertensión del Servicio de Epidemiología y Prevención del ICBA. «Esta tiene que ir de la mano de una alimentación adecuada, mantener -o lograr- un peso saludable y la actividad física regular además del hábito de no fumar», concluyó.
Pautas para mejorar el estilo de vida referidos a la alimentación con eficacia antihipertensiva o riesgo cardiovascular comprobada según ICBA son:
– Control de peso: desde la cintura hasta el Indice de Masa Corporal. Los datos actuales de referencia abarcan: La circunferencia de la cintura (cc): saludable <102 cm en hombres y < 88 cm en mujeres. Es importante destacar que bajar de peso es una de las medidas más importantes que ayudan a reducir la tensión arterial, una reducción de 10 kg del peso corporal puede generar un descenso de 5 a 20 mmHg de la presión arterial sistólica (presión máxima); y el peso corporal saludable, Índice de Masa Corporal entre 18,5 y 24,9kg/m2 a cualquier edad.
– Control de sodio dietario: cuidado con la sal oculta. Muchos pacientes hipertensos creen que con solo dejar de agregar sal a las comidas es suficiente. Refieren “como sin sal”, pero no tienen en cuenta la “sal oculta”, es decir aquella que está en los alimentos o productos alimentarios, y suelen excederse con el consumo de sodio.
El 75% del sodio ingerido proviene de alimentos procesados industrialmente. -como conservas de legumbres, frutas en latas, quesos, panes y embutidos. Es por ello que conviene recomendar al hipertenso evitar estos alimentos y brindarle una amplia información al respecto. Cabe destacar que una buena forma de poder cumplir con el plan alimentario hiposódico es seguir las pautas de una alimentación saludable con la excepción de que se deben seleccionar panes o galletitas y quesos sin sal.
– Aumento del consumo de potasio: aliado a la hora de equilibrar. El incremento de la ingesta de potasio produce descenso de la presión arterial, este descenso es superior en pacientes hipertensos que en normotensos. El aporte de potasio recomendado para pacientes hipertensos es de 4 a 5gr/día.
Según NHANES IIIP, la población adulta tiene una ingesta menor de potasio a la recomendada. Ingesta promedio de potasio: varones: 2,9 a 3,2 mg/día; mujeres: 2,1 a 2,3mg/día.