El dato surge de un estudio realizado por el sitio www.elsalario.com.ar del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano.
Según explicó el director del CENE, Víctor Beker, para el estudio se realizó una comparación entre tres tipos de estándares laborales establecidos por ley en los diez países de Sudamérica: el salario mínimo, la cantidad máxima de horas “normales” trabajadas por semana (es decir, el tiempo que puede ser trabajado sin que los empleadores deban pagar las horas extra) y la cuantía mínima de días de vacaciones que debe recibir anualmente un empleado.
En base a estos datos se comparó, por un lado, en qué medida los países sudamericanos retribuyen el esfuerzo laboral con poder adquisitivo y, por el otro, en qué grado estos mismos países compensan el trabajo otorgando días de vacaciones, esto último según la información de la Organización Internacional del Trabajo.
Para tal fin, se supuso para todos los países un empleado representativo que trabaja en el sector formal con una misma intensidad durante el máximo semanal de horas normales, se toma anualmente la cantidad mínima de vacaciones y percibe una cantidad de dinero equivalente al salario mínimo local. Sobre este último punto en particular, se eligió como unidad común de comparación el poder adquisitivo del mínimo salarial de cada país. Para calcularlos se dividieron los ingresos mínimos medidos en moneda local por sus correspondientes índices de paridad de poder adquisitivo (PPA) para medir el poder de compra de dichos salarios mínimos.
Se elaboró un ranking que ordenó los países según el nivel del cociente entre el salario mínimo real y la cantidad máxima de horas normales trabajadas por semana: cuanto más alto es el cociente, mayor es la retribución salarial por la labor realizada. Paralelamente, se armó un segundo ranking que ubicó a las naciones de acuerdo con la relación entre el tiempo mínimo de vacaciones y la cantidad máxima de horas normales trabajadas por semana. Según los resultados obtenidos, Argentina lidera el primer ranking y se ubica en la octava posición en el segundo. Esto implica que la Argentina es el mejor país de Sudamérica en premiar el trabajo a través del poder adquisitivo de su salario mínimo, pero el octavo en la región en retribuir el esfuerzo laboral con días de vacaciones.
En materia de salario mínimo, nuestro país supera al segundo, Paraguay, en apenas un 2,8%. Ello le permite encabezar el primer ranking, ya que ambas naciones tienen el mismo límite de tiempo normal de trabajo: 48 horas por semana. Pese a haber experimentado una fuerte caída de su poder adquisitivo como consecuencia de la aceleración inflacionaria, el sueldo mínimo argentino continúa siendo el más alto de Sudamérica.
Sin embargo, aclaró Beker, en Paraguay más del 50% de su fuerza laboral ocupada se encuentra en condiciones de informalidad o sea que no goza de la protección legal del sueldo mínimo ni del límite de la jornada normal. Venezuela, Ecuador, Colombia, Chile y Perú se ubican en las siguientes posiciones. Brasil ocupa el octavo lugar y la última colocación le corresponde a Bolivia.
Con respecto al segundo ranking, la legislación brasileña es, en la región, la que mejor retribuye el trabajo con tiempo de descanso. Las razones se hallan en que, por un lado, estableció, al igual que Perú, una cantidad mínima de tiempo de vacaciones de 22 días hábiles y, por el otro, dispuso un máximo de tiempo normal de trabajo de 44 horas semanales, cuatro menos que el límite impuesto por la nación incaica, que se ubica en el segundo lugar en esta tabla. Uruguay completa el podio, mientras que Venezuela y Chile están cuarto y quinto, respectivamente. Colombia ocupa el octavo puesto junto a Argentina, ya que ambas naciones comparten el límite máximo de horas normales trabajadas (48) y la cantidad mínima de vacaciones anuales (10 días hábiles). Nuevamente Bolivia se ubica en el último lugar, dado que su legislación establece un tiempo mínimo de vacaciones de apenas cinco días.
Por último, si se comparan los resultados de los países sudamericanos con los de España y Estados Unidos, las diferencias son más notorias. La retribución salarial que la ley norteamericana contempla es más del doble de la de Argentina. Sin embargo, el país del Norte no establece una cantidad mínima de días vacacionales. Por su parte, la legislación hispánica estipula un piso salarial un 24% mayor al que rige en Argentina y, además, una retribución de vacaciones de 22 días, mientras que establece una jornada de trabajo de 40 horas semanales.