En el día de la fecha Mauricio Macri, recibió en Casa Rosada al grupo de investigadores de CONICET y del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) que desarrollaron ARG – Automatic Regulation of Glucose -, un algoritmo que comanda la bomba de infusión de insulina en personas con diabetes tipo 1. El mismo consiste en un sistema de control automático que realiza las funciones del páncreas para regular los niveles de glucosa en sangre.
Del encuentro participaron el Presidente de la Nación, Ing. Mauricio Macri; el Secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Ing. Jorge Aguado; el Dr. Ing. Ricardo Sánchez Peña, Director del Departamento de Doctorado e Investigación del ITBA y Director del proyecto; y el Dr. Luis Grosembacher, investigador del Hospital Italiano. También estuvo presente Silvia Crespo, una paciente diabética que participó de las pruebas.
Sobre la reunión con el presidente de la Nación, El Dr. Ing. Ricardo Sánchez Peña, director del proyecto, declaró: «Es muy importante que un proyecto que tiene el potencial de mejorarle la vida a cientos de miles de personas que sufren diabetes tipo 1 tome esta trascendencia. Es una gran satisfacción que un proyecto que nació en el ITBA haya llegado a Presidencia».
El sistema inyecta automáticamente la cantidad de insulina que la persona necesita en cada momento. Se compone de un sensor continuo de glucosa, una bomba de infusión subcutánea de insulina y un Smartphone, en el cual se programa el algoritmo diseñado por los investigadores argentinos.
En el 2016, en el Hospital Italiano tuvo lugar la primera fase de esta prueba clínica, que utilizó el algoritmo desarrollado en la Universidad de Virginia. Este requiere que el paciente calcule y registre en el sistema cuántos gramos de hidratos de carbono comerá para que la bomba infunda la insulina necesaria. En junio de 2017, se realizó la segunda fase con el algoritmo ARG diseñado desde el ITBA con la colaboración de investigadores de CONICET de las Universidades de Quilmes y La Plata, el cual precisa únicamente que se registre el inicio de la comida, sin necesidad de calcular cuántos gramos de hidratos de carbono se consumirá. En esta etapa participaron cinco pacientes adultos, hombres y mujeres, quienes pudieron mantener los niveles de glucosa dentro de un rango aceptable durante las treinta y seis horas en que se probó el páncreas artificial.
El estudio, dirigido por el Dr. Ing Ricardo S. Sánchez Peña quien se desempeña como Director del Departamento de Doctorado e Investigación del ITBA-, contó con el apoyo del Dr. Daniel Chernavvsky, médico argentino que trabaja en el Centro Tecnológico para la Diabetes de la Universidad de Virginia. Así como también con el financiamiento de la Fundación Nuria en Argentina y Cellex en España, y la donación de las bombas del laboratorio Roche.
¿Cómo funciona el Páncreas Artificial?
El algoritmo fue diseñado para responder eficazmente a los aumentos de azúcar en sangre luego de las comidas y, de hecho, todos los pacientes lograron controlar este pico de glucemia mediante la acción del páncreas artificial.
El objetivo de este sistema es regular de forma automática el valor de azúcar en sangre, sin necesidad de que el paciente realice las correcciones con insulina habituales en el manejo de la diabetes tipo uno. Esto es importante porque las personas que utilizan bombas de infusión de insulina subcutánea invierten una gran cantidad de tiempo en calcular y programar la insulina necesaria para mantener sus niveles de glucosa sanguínea en rango. Muchas veces sufren hipoglucemias (azúcar baja en sangre) o hiperglucemia (azúcar elevada en sangre) como consecuencia de cálculos imprecisos, de la variabilidad que presenta cada individuo en cuanto a sus requerimientos, de imprevistos, entre otros.
Uno de los mayores temores de los pacientes que se infunden insulina es sufrir una hipoglucemia mientras duermen. Éste es otro de los objetivos del páncreas artificial: lograr una mayor seguridad para el paciente mediante la disminución de hipoglucemias, especialmente las nocturnas. Durante la segunda fase del estudio, ninguno de los pacientes experimentó hipoglucemias graves como tampoco nocturnas.
Cabe aclarar que, si bien los resultados son promisorios, es necesario continuar con estudios con la participación de un mayor número de personas. Es posible que en un futuro cercano esta nueva tecnología beneficie a muchos pacientes insulino dependientes.