La disertación estuvo a cargo de la secretaria de Planeamiento y Políticas del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Dra. Ruth Ladenheim, quien compartió el panel inaugural con el ministro de Educación, Lic. Rodolfo Tecchi.
Al respecto, la Dra. Ladenheim afirmó: “Este Plan es una respuesta al desafío que planteó nuestra Presidenta al crear un Ministerio de Ciencia: articular el conocimiento con el desarrollo de la Argentina”.Asimismo, la funcionaria explicó que el Plan “establece oportunidades de desarrollo en todo el país, en todas las provincias”. “Para lograr articular mecanismos virtuosos de desarrollo es necesario también atender las demandas sociales y productivas en materia de conocimientos que hay en todas las regiones. Y a eso vinimos, a anunciar un Plan que se construyó a partir de nuestra preocupación por trabajar por el desarrollo tecnológico del país, con inclusión social”, finalizó la funcionaria.
Por su parte, el Lic. Tecchi afirmó: “Este Plan de ciencia incorpora la mirada de las provincias, los requerimientos y las capacidades de cada sector del país, y ordena prioridades para aplicar fondos al desarrollo científico tecnológico según las necesidades sociales y productivas. Vamos a acompañar este Plan fijando también prioridades a nivel provincial, en consonancia con lo que estamos trabajando con Nación”.
Asimismo, también se llevaron a cabo la Jornada de Tecnologías Sociales “Innovar para Incluir”, en la que tomaron parte investigadores pertenecientes a distintas instituciones de la región, que expusieron proyectos tecnológicos de aplicación local orientados a la inclusión de las poblaciones rurales. Por la tarde, se realizaron dos mesas dedicadas a cultivos ancestrales recuperados y a la difusión de las iniciativas orientadas al aprovechamiento de la fibra de camélidos. Los funcionarios además recorrieron el centro de investigaciones tecnológicas General Savio, que trabaja en recuperación del litio y energías alternativas.
El Plan constituye un aporte fundamental a la gestión actual y es fruto de una serie de acciones que viene realizando el Ministerio desde su creación en 2007, que dan continuidad al crecimiento y consolidación de áreas y sectores considerados estratégicos. Por medio de él se impulsa la innovación productiva e inclusiva, sobre la base de la expansión, el avance y el fortalecimiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, permitiendo incrementar la competitividad de la economía mejorando la calidad de vida de la población, en un marco de desarrollo sustentable.
En ese marco, el Plan reconoce núcleos socioproductivos estratégicos (NSPE) que poseen altas potencialidades en la región noroeste. Entre ellos pueden mencionarse las biorrefinerías, con el aprovechamiento de residuos de las cosechas; el desarrollo de conocimientos para la obtención de lípidos a partir de microorganismos y algas; y el uso termoquímicos de la biomasa y la optimización de procesos fermentativos, entre otros temas.
En el campo de la producción de alimentos, el Plan destaca: el trabajo con las frutillas en lo referente al desarrollo de tecnologías de extracción y purificación; la labor realizada con la trucha Arco Iris; la elaboración de alimentos para peces con distintos usos; la obtención de harinas crudas y la instalación de plantas piloto para el procesamiento de distintos granos en el campo de las harinas enriquecidas. En cuanto a la producción animal no tradicional, el Plan delinea estrategias de trabajo para la industrialización de la fibra fina de camélidos.
En materia de transformación de recursos naturales, se hace énfasis en la labor de recuperación del litio sin alterar el balance del agua, la producción de sales de litio para baterías y el desarrollo de baterías para autos híbridos y computadoras, entre otras cuestiones.
Por último, en el área de fitomedicina y alimentos ancestrales se encuentra la producción y puesta en valor de especies típicas de la región, tales como el amaranto, el burrito, el cedrón, la chachacoma, la cola de caballo, la muña-muña y el yacón, entre otras. Todo ello conlleva el fortalecimiento de la cadena de valor en estas plantas medicinales. Como ejemplo puede citarse al yacón, que cuenta con producción de extractos, harinas y jarabes y el desarrollo de productos nutracéuticos, entre otros desarrollos.
En 2011, la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) en Jujuy ascendió a $105.000.000. Ese monto implicó un aumento de 973% respecto de 2003, que superó sensiblemente a la tasa de incremento del total nacional, que fue del 673%.