Este vehículo tan emblemático genero la transformación de la industria del automóvil hacia la que hoy conocemos. Con 15 millones de unidades producidas entre 1908 y 1927, también cambio el escenario urbano y la vida de millones de personas, que experimentaron una libertad de movimiento sin precedentes, cambiando la tracción a sangre por el automóvil como medio de transporte masivo.
El «T» brindó movilidad y prosperidad a una escala superior. Las eficiencias alcanzadas por medio de un revolucionario sistema de producción permitió al «T» ser vendido un precio tan bajo que ningún otro vehículo pudo alcanzar. Este proceso de producción en masa logrado a través de la línea de montaje móvil, creo una revolución industrial, permitiendo a Ford Motor Company reducir, año a año, el precio de venta del «T». En 1908, el primer Modelo T se vendía a $825. Por 1925, se lo vendía a solo $260.
Asimismo el «T» es responsable de establecer en las plantas Ford un salario mínimo revolucionario para la época y la jornada de trabajo de ocho horas diarias. Los $5 dólares por un día de trabajo en las fábricas de Ford en 1914, práctica que luego fue influenciando a las otras industrias, significaron para muchos el origen de la clase media norteamericana.
El «T» fue el primer auto global de la industria. En el año 1921, casi el 57% de la producción mundial de automotores le correspondía al Ford T, que se lo fabricaba en varios países y se vendía en los seis continentes, en diferentes versiones y alternativas de uso.
En 1925, Ford fabricó su primera camioneta para el mercado doméstico de Estados Unidos, fue el Ford Modelo T Runabout, con caja de pick-up. También ofreció para trabajos pesados, el camión de una tonelada, denominado Modelo TT. El Touring, Roadster, Fordor, Coupe y Sedan son sólo algunas de las opciones. El Modelo T definió las bases de los autos modernos que comparten la misma plataforma pero son completamente diferentes unos de otros.
El chasis del Modelo T era simple, fuerte y liviano, con una suspensión de tres puntos que aislaba la plataforma y el motor de las variaciones del camino bajo condiciones de carga pesada.
Su original y simple motor aportaba suficientes 20 caballos de potencia, con una velocidad máxima en torno a los 40-45 mph. Ubicado de manera frontal, el motor de 2.9 litros, cuatro cilindros, flexi-fuel, el primer motor con block de una pieza y cilindros intercambiables, que aún hoy es la base de la mayoría de los motores modernos. Este motor podía ser montado en cualquiera de los nueve tipos de carrocería que disponía el T, todos sobre el mismo chasis.
El mito de que el Modelo T sólo se fabricaba en color negro parte de la realidad de que casi 12 de los 15 millones fabricados fueron de color negro. Pero tanto en los primeros años, como durante los últimos, el Modelo T salió de fábrica bajo diferentes colores: azul, rojo, verde y gris
Tan pronto como el Modelo T apareció en los salones de venta, comenzó a aparecer en películas, fue inspiración de nuevas canciones y se metió dentro del lenguaje y la cultura de la época. El Modelo T fue utilizado en la producción de comedias en blanco y negro en la década del 20 y fue el objeto de cientos de chistes y dibujos animados que capturaron las experiencias de vida a partir del Modelo T, la personalidad del auto y de su creador, Henry Ford.
Durante sus 19 años de producción, más de 15 millones del Modelo T fueron vendidos hasta el 26 de mayo de 1927, cuando una ceremonia marcó la formal finalización de su producción para dar lugar al Modelo «A».
Más de 70 años después en 1999, un panel compuesto de 126 periodistas especializados de 32 países eligió al Ford T como el auto del Siglo XX, reconociendo el valiosísimo aporte que este auto brindo al desarrollo de la industria y su instalación en las comunidades.
El «T» en Argentina
De la misma manera que ocurrió en otras partes del mundo, el Ford Modelo T puso a la Argentina sobre ruedas. Desde 1914 hasta 1927, cuando fue reemplazado por el Ford A, el T fue el auto que transformó la fisonomía de la ciudad y del campo, cambiando los hábitos de miles de argentinos. Ocho de cada diez autos que circulaban a mediados de la década de 1920 eran Ford Modelo T. El popular “Fortacho”, también llamado “Ford a bigotes” fue armado en diferentes talleres de Ford ubicados en el barrio de Barracas y, a partir de 1922, en la planta de la Boca, la más moderna de Sudamérica.
La línea de productos Ford Modelo T estaba compuesta por los siguientes modelos: Doble Faeton, Coupelet, Sedan de 4 puertas, Voiturette, Sedan de 2 puertas, chasis chico, tractor Fordson y chasis de camión.
A fines del año 1924 sale de la planta de la Boca la unidad 100.000, iniciando pocos días después una gira por todo el país recorriendo más de 6.000 km.
Fue interesante argumento de venta de la época que decía «si hubiera necesidad de salvar a la población de la ciudad de Buenos Aires trasladándola a la ciudad de La Plata utilizando esos 100 mil Ford T, se realizaría la operación en tan sólo 10 horas».
En 1925 se produjo una ampliación de la capacidad de producción de la planta a 45.000 unidades anuales y la dotación se aumento a 1.500 empleados.
La red de concesionarias Ford sumaban 340 puntos y 2.500 eran los Talleres de Servicio Mecánico Ford.
La facilidad de manejo, su ligereza, su simplicidad de mantenimiento, la fortaleza de sus materiales y su bajo precio, hicieron del Ford «T» el auto más popular, en los inicios de la historia automotriz en la Argentina.