Estas fueron las palabras de Dominique Strauss-Kahn, director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), que junto con otros líderes políticos y empresariales del Hemisferio Occidental asistió a la 38ª reunión anual del Consejo de las Américas del 6 al 7 de mayo en Washington, donde se habló sobre los mercados abiertos, la democracia y el estado de derecho.
Según Strauss-Khan, a pesar del crecimiento que se ha experimentado en fechas recientes, existen amenazas externas al bienestar económico de América Latina y provienen de dos fuentes. Una de ellas es la crisis hipotecaria que atraviesa Estados Unidos, que afecta a la economía estadounidense en general, y la segunda es el crecimiento económico desequilibrado de China, que se inclina hacia las exportaciones mientras que el mercado nacional sigue estancado.
La inversión extranjera directa que llega a los países latinoamericanos es un tercio menor de la que llega a Asia Oriental, según Strauss-Khan. Él y otros expertos consideran que si los países latinoamericanos mejoraran su entorno empresarial, prosperaría la fabricación y las empresas de servicio, y más compañías extranjeras establecerían centros en América Latina. Según la teoría, las economías diversificadas son resistentes.
Con la finalidad de atraer inversionistas extranjeros a las acciones de las compañías latinoamericanas y empresas extranjeras a la región, algunos gobiernos de América Latina están instruyendo a sus trabajadores, construyendo infraestructura física y tecnológica y hasta reformando sus sistemas jurídicos para hacerlos más favorables para los negocios.
América Latina participa en el comercio mundial mucho más que hace diez años. En la actualidad, los altos precios han impulsado las fortunas de los países que exportan soja, estaño, cobre, mineral de hierro y otros productos básicos. Pero si los precios no siguen subiendo, la dependencia de productos básicos podría perjudicar a las economías latinoamericanas.
Strauss-Kahn propuso que América Latina ponga más atención en los productos con valor agregado. Por ejemplo, explicó, los países deberían desarrollar sus sectores petroleros y de gas natural, que actualmente experimentan bajo crecimiento en productividad comparado con el de otras regiones en desarrollo.
El funcionario del FMI indicó que, a pesar del sólido crecimiento general en América Latina y el Caribe durante la última década, los niveles de pobreza no han cambiado mucho en muchos de los países. La dependencia de la región de las exportaciones de minerales y productos agrícolas es una de las razones. Las economías cuya base son los productos básicos son menos eficaces en la reducción de la pobreza que las economías que se basan en la fabricación, explicó. Agregó que la porción latinoamericana de productos fabricados en la economía mundial va en declive, lo cual es motivo de preocupación.
«Países como Chile, Perú, Brasil, México, y algunos países de América Central, se han percatado de ello», dijo después de la conferencia al Servicio Noticioso desde Washington Eric Farnsworth, integrante del Consejo de las Américas. «Tratan de hacer lo correcto. Otros países de la región se dirigen en la dirección opuesta, lo cual no es atractivo para los inversionistas».
Farnsworth señaló que muchos de los debates que tuvieron lugar en la reunión se centraron en la manera en que la región «se ajusta a un mundo que es cada vez más pequeño».
El ministro de Economía y Finanzas del Perú, Luis Carranza Ugarte, habló sobre el reto que Perú enfrenta en mantener su alta tasa de crecimiento -9 por ciento en 2007- a la vez que sigue adelante con reformas económicas dirigidas a redistribuir la riqueza, reducir la pobreza y mejorar el entorno empresarial general.
«Los salarios que permanecen bajos durante una etapa de alto crecimiento exacerban la desigualdad social», afirmó Carranza. Explicó que Perú avanza en sus intentos por promulgar un impuesto fijo. Ha exigido a la industria minera que invierta directamente en infraestructura que beneficie la vida de los mineros. Ha liberalizado el mercado laboral. Y ha aumentado las normas educativas.
En la primera evaluación de maestros y estudiantes realizada en Perú, añadió, se encontró que ambos grupos tenían deficiencias. Entre las reformas educativas que ha propuesto el gobierno peruano cabe destacar un subsidio para maestros para que se compren sus propias computadoras.
Perú, ávido defensor del libre comercio, se prepara para auspiciar la reunión anual del Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC), que se celebrará en Lima en noviembre.
«La apertura comercial es importante para el crecimiento de cualquier economía pequeña», subrayó Carranza. «Perú quiere concertar acuerdos de libre comercio con cualquier país. El acuerdo de libre comercio con Estados Unidos es una pieza clave de la estrategia peruana. Perú quiere que exista libre comercio en toda la zona del Pacífico».
El ministro de Economía y Finanzas agregó que los altos precios de los alimentos han generado dificultades para los pobres del Perú. A fin de poner coto a la crisis, el gobierno ha creado un programa de alimentación temporal para los ciudadanos más necesitados, a la vez que intenta aumentar el suministro de alimentos introduciendo mejores semillas y tecnologías. Citó como ejemplo un programa especial para fomentar el cultivo de la papa.
La crisis alimentaria también ha causado estragos en otros países del hemisferio, por lo que Strauss-Kahn aconsejó a los gobiernos que no busquen soluciones rápidas, como la manipulación de la estructura fiscal. Señaló que la solución más fácil para resolver el descontento ciudadano causado por la escasez de alimentos sería reducir las importaciones y los impuestos sobre las ventas, pero eso crearía problemas más adelante debido a la eventual necesidad de reimponerlos. Un curso de acción más sensato sería proporcionar subsidios temporales de alimentos, finalizó Strauss-Kahn.