El Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) confirmó su compromiso con la promoción de políticas a favor de la agricultura familiar en América Latina y el Caribe con el lanzamiento de la quinta fase del programa FIDA-MERCOSUR.
Esta nueva fase, que se extenderá hasta 2018 y tiene un presupuesto de 2,7 millones de dólares, será gestionada por el think tank Centro Latinoamericano de Economía Humana (CLAEH).
«Los agricultores familiares alimentan a gran parte de la humanidad. Es crucial apoyarles si queremos lograr la seguridad alimentaria y acabar con la pobreza rural», dijo Joaquín Lozano, director del FIDA para América Latina y el Caribe.
En 2013, los agricultores familiares produjeron el 56 por ciento de los alimentos del mundo y crearon empleo para millones de personas. Tan sólo en los países del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), siete millones de granjas familiares proporcionan empleo a más de 30 millones de personas.
«En los últimos años, los gobiernos del MERCOSUR han avanzado mucho en el apoyo a la agricultura familiar», aseguró Lozano. «Pero hay que hacer mucho más, no sólo en los países del MERCOSUR, sino en toda América Latina».
El proceso de diálogo político promovido por FIDA-MERCOSUR desde su fundación en 2000 ha tenido un gran impacto en los estados miembros del MERCOSUR, dando lugar a la creación de la Reunión Especializada de Agricultura Familiar (REAF) en 2004 y del Fondo para la Agricultura Familiar (FAF) en 2008.
La REAF ha funcionado como un foro político donde organizaciones de agricultores familiares, representantes del mundo académico y de la sociedad civil y responsables políticos debaten y proponen políticas públicas dirigidas a la agricultura familiar. El FAF, por su parte, proporciona los fondos para sostener el trabajo de la REAF.
Distintas políticas propuestas por la REAF se han implementado a nivel nacional. Entre ellas, la aprobación de legislación a favor de la agricultura familiar, el establecimiento de registros de agricultores familiares y la creación de instituciones nacionales para responder a las necesidades de los pequeños agricultores.
Los países del MERCOSUR también han puesto en marcha programas de apoyo financiero a la agricultura familiar -incluyendo programas de compras públicas de la producción de granjas familiares- y plataformas de diálogo sobre políticas establecidas donde los agricultores familiares pueden hacer oír su voz.
La nueva fase del FIDA-MERCOSUR tiene como objetivo profundizar estas y otras medidas a favor de la agricultura familiar y ampliarlas al resto del continente, fortaleciendo las secciones nacionales de la REAF en los países fundadores del MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y apoyando la agenda de REAF en los nuevos estados miembros y asociados (Venezuela, Bolivia, Ecuador y Chile), así como en otros países interesados en la experiencia (Colombia, República Dominicana y Perú).
«Hace 15 años, muy pocas personas en las Américas eran conscientes de la importancia de la agricultura familiar», dijo Paolo Silveri, Gerente del Programa del FIDA para el Brasil. «Hoy en día, es evidente que la agricultura familiar no es sólo una cuestión de subsistencia, sino una herramienta de gran alcance económico y social».
Silveri agregó, «la misión, la visión y la ambición del FIDA-MERCOSUR es actuar como facilitador para que el diálogo político entre los agricultores familiares, la sociedad civil y los gobiernos permite a la sociedad latinoamericana beneficiarse de la decisiva contribución que la agricultura familiar puede hacer a la construcción de una sociedad más equitativa, en la que no exista ni la pobreza ni el hambre».