En este contexto, la investigación mostró que el 71% de las denuncias recibidas tienen por sospechosos a personal interno de la propia compañía, ya sea de empleados que están prontos a dejar sus puestos o de personal contratado a terceros y que realizan tareas desde las oficinas del cliente.
Este dato justificaría que el 54% de los delitos que sufren las empresas estén vinculados al robo de notebooks, ya que cerca del 34% de los empleados guarda en ellas los usuarios y códigos de acceso a documentos clasificados, aplicaciones y datos sensibles de las empresas para las que trabajan. En este sentido, según el estudio, las empresas pierden un promedio de 61 mil dólares por cada notebook que sus empleados denuncian como robada o perdida.
“El principal problema que tienen las empresas es que no han desarrollado políticas que les permitan garantizar el resguardo de la información que manejan sus empleados, ya sea porque no existen políticas y una autoridad visibles en la materia o por falta de una eficiente inducción durante el proceso de capacitación del empleado” señala Carlos Mackinlay (h), Gerente General de LoJack Argentina.
“Hemos visto que en los casos donde la empresa no ha tomado medidas para prevenir el robo o implementar medidas para recuperar las notebooks, el 97% máquinas denunciadas jamás fue recuperado”, completa el ejecutivo.