Tal y como se destaca desde antispameurope, empresa especializada en la gestión de la seguridad del correo, el correo basura o spam sigue siendo muy elevado en España. Según datos del Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco), en España se calcula que estos mensajes suponen entre el 35 y el 50% de la totalidad del correo.
A pesar de estos datos, en los últimos meses el spam ha disminuido de forma considerable. Han surgido nuevas formas de enviar spam y nuevos virus informáticos, pero el spam “tradicional” sigue siendo el imperante. Así, el phising, los enlaces maliciosos, los datos adjuntos con virus, anuncios fraudulentos de medicamentos y ofertas de empleo falsas, siguen siendo los tipos de spam más utilizados. Del mismo modo, uno de los “correos basura” tipo más empleados sigue siendo la Newsletter falsa. Los spammers utilizan una plantilla de una Newsletter que el usuario del correo suele recibir normalmente y modifica los links de la misma, enlazándola a websites peligrosos. Se trata de una forma muy peligrosa de spam, ya que el usuario puede caer fácilmente en la trampa y “linkar” en las noticias que le interesen. Una vez el destinatario del correo accede a la web, se descarga malware que automáticamente infecta el ordenador del usuario
Final de año: más spam
Asimismo, tal y como se destaca antispameurope, cuando se acerca el final de año, los creadores de spam lanzan nuevos ataques con el fin de propagar engaños en la red y conseguir dinero. Esto no sólo concierne a los que conocemos como spammers reales, sino que también concierne a aquellos que envían correos publicitarios.
Como por ejemplo, recibir newsletters de empresas cuya relación comercial se rompió hace años. En los últimos años, y, debido a la crisis, la cantidad de envíos publicitarios a través de e-mail sin que estos hayan sido solicitados, ha sido mucho mayor. Esto puede resolverse con la utilización de listas negras individuales.
El final de año trae consigo también el envío masivo de felicitaciones de Navidad. Utilizando esta tradición, cada vez más extendida, del envío de felicitaciones online, los spammers aprovechan para crear felicitaciones falsas. Muchas de ellas contienen enlaces a páginas webs infectadas.
Otra de las vías es preguntar al usuario que instale un programa, tipo flashplayer o decodificador para así poder ver la tarjeta. Con esta instalación, se inicia la infección del ordenador. Pese a que muchas de estas e-cards son fáciles de identificar, puesto que vienen de un remitente anónimo, otras no lo son tanto, puesto que los spammers suplantan la identidad de alguno de los contactos del usuario.