Educación para el desarrollo sustentable

Según el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (GEI) publicado recientemente por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable (MAyDS), en la Argentina, el sector energético es responsable de más de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), seguido por el sector agropecuario y de usos de la tierra y luego -en menor medida- el sector de residuos y los procesos industriales.

Pero el cambio climático no es el único factor a tener en cuenta cuando se habla de desarrollo sustentable, porque es síntoma de un problema mayor: la crisis en relación a nuestro vínculo con la naturaleza y los otros.

El desarrollo sustentable es una forma de vida, de vivir y de ver el mundo. En este contexto, la educación para el desarrollo sustentable es fundamental para que desde edades tempranas los chicos aprendan y tomen conciencia de la importancia de cuidar el lugar donde vivimos e incorporen mejores hábitos.

Debemos trabajar «por una educación para la paz y la armonía; una educación que nos enseñe a convivir respetando los derechos de los demás y a través de la tarea común y solidaria mejorar la calidad de vida de todos. Respetar el ambiente es respetar al otro», afirmó el secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Miguel Ángel Blesa, al dar la bienvenida al encuentro.

Santiago Bellomo es filósofo, docente e investigador del Programa de Educación para la Sustentabilidad de la Universidad de San Andrés (UDESA) y comenzó su exposición afirmando que lo primero para hablar del desarrollo sustentable es preguntarnos qué pensamos al respecto: «Debemos tomar conciencia sobre la importancia de los supuestos teóricos en la formulación de políticas, programas y prácticas de educación para el desarrollo sustentable”.  Explicó que existen distintas posturas: se puede ser antrópico o biocéntrico, fuerte o débil: “¿Queremos resignar la calidad de vida que hemos logrado?», fue una de las tantas preguntas que dejó abiertas al público.

Christian Tiscornia es fundador de Amartya, una asociación civil que se dedica a promover una cultura de sustentabilidad a través de la educación, y sostuvo que es muy importante ir generando de a poco un cambio cultural. «Si bien se habla de la temática creo que nos falta ver la dimensión filosófica -afirmó coincidiendo con Santiago-, si no entendemos de qué estamos hablando y cuáles son las problemáticas es muy difícil actuar. La sustentabilidad no es un concepto verde o ecológico, es mucho más que eso y necesita ser resignificado», aseguró haciendo hincapié en que la problemática se debe pensar a nivel local ya que cada lugar es distinto.

 «Es imposible una transición hacia un modelo de desarrollo sustentable si no nos ponemos a pensar qué es la educación. La educación ambiental no puede ser nada más que teoría: necesitamos una educación de la práctica», sostuvo y explicó que los chicos no aprenden por lo que uno dice sino por lo que uno hace. «Para solucionar las problemáticas que tenemos hoy en día necesitamos aprender haciendo y necesitamos transformar los hábitos de la educación», agregó. Asimismo, remarcó  la necesidad del compromiso político para poder alcanzar un desarrollo sustentable.

Por último, expuso Javier Goldstein, director de Educación Ambiental del Ministerio de Ambiente, quien afirmó que «no podemos hablar de biocentrismo cuando todavía tenemos comunidades con necesidades básicas insatisfechas».

El biocentrismo –o ecología profunda– es una teoría que se opone al antropocentrismo y afirma que todo ser vivo merece respeto moral. En esta línea, habló sobre un nuevo concepto sobre el que se está trabajando hoy: «El ‘límite aceptado de cambio’ es cuánto estamos dispuestos a saber que va a cambiar un ambiente por el impacto que produce el hombre».

«Con esto en mente es importante que empecemos a pensar qué podemos hacer desde la educación ambiental para asegurar que todas las comunidades que hoy están inmersas en realidades completamente diferentes, puedan empezar a incorporar conceptos medioambientales. Debemos ver qué es lo que necesita cada ecoregión en particular», explicó.

Habló también sobre las distintas campañas de educación ambiental que lleva adelante el Ministerio de Ambiente y del rol preponderante que ocupan hoy las nuevas tecnologías aplicables a la educación ambiental. «El cambio de paradigma es un trascender, que las nuevas generaciones reciban nuestros cambios», reflexionó Javier.

Moderaron el encuentro la coordinadora del Programa de Ciencia, Tecnología e Innovación para el Desarrollo Sustentable (CITIDES), Erica Carrizo, y el director de Nuevas Tecnologías para el Desarrollo Sustentable de MAyDS, Prem Zalzman.

El ciclo de charlas “Ciencia, Tecnología y Desarrollo Sustentable” se orienta a generar un espacio de reflexión y debate sobre problemáticas, desafíos y oportunidades asociadas al desarrollo sustentable que posibilite el diálogo entre actores provenientes del sector público, el científico-tecnológico, el emprendedor y productivo, y la sociedad civil. Está dirigido a estudiantes, docentes, investigadores, tomadores de decisiones, gestores, activistas, emprendedores, empresarios y público en general interesado en la temática. La próxima charla, a realizarse en el mes de julio en CABA, se propondrá reflexionar sobre construcción sustentable. Más adelante, los encuentros comenzarán a realizarse en distintos puntos del país.