Los allanamientos fueron realizados por orden de la Justicia Nacional de instrucción en lo penal y se llevaron a cabo en el microcentro de la Ciudad de Buenos Aires, en los barrios de Flores y Belgrano y también tuvo como destinatarios a usuarios registrados en páginas Web dedicadas a la comercialización de software “no original”, cuya sanción contempla una prisión de entre un 1 mes a 6 años.
La venta de programas de computación falsificados no sólo perjudica a los usuarios, ya que se ven imposibilitados de actualizar el software y se encuentran en riesgo permanente de sufrir el ingreso de virus o programas “espías”, sino que tiene consecuencias negativas para el desarrollo económico de los países, al romper con la cadena de negocios adyacentes que genera la inversión en productos legales. De este modo, afecta al fisco debido a las pérdidas de recaudación impositiva y a los comerciantes de computadoras que venden software original, generándoles una competencia desleal.
Por su parte BSA expresó sus felicitaciones por este tipo de iniciativas realizadas por las autoridades en Buenos Aires. “Si bien lo programas de BSA promueven una concientización de los usuarios acerca los beneficios en el uso legal de las herramientas, estas nuevas acciones de las autoridades nacionales logran un efecto ejemplarizante entre quienes no han manifestado ninguna voluntad de cambio y reafirman el propósito de combatir este flagelo”, comentó Dr. Antonio Mille, uno de los Apoderados Legales de las Miembros de Business Software Alliance (BSA) en Argentina.
“Los elementos principales para combatir la piratería de software son: La educación, Políticas gubernamentales fuertes y el cumplimiento de las leyes. Por ello la BSA busca seguir trabajando fuertemente en el desarrollo de iniciativas educativas sobre el valor de la propiedad intelectual en los programas de software”, agregó el Dr. Antonio Mille, uno de los Apoderados de la Business Software Alliance (BSA) en la Argentina.