Por Rodolfo Tarraubella, presidente de Fundación EcoConciencia.
En un contexto global donde los efectos del cambio climático y la degradación ambiental se vuelven cada vez más evidentes, el mundo enfrenta un desafío ineludible: ya no es suficiente mitigar el daño causado, es necesario regenerar lo que se ha destruido. Frente a este panorama, surge el concepto de los «Degeneradores Ambientales», un llamado a la acción para transformar la forma en la que se interactúa con el entorno.
Este movimiento impulsa una economía re-generativa que no solo busca frenar el impacto negativo, sino también restaurar ecosistemas, revitalizar recursos naturales y promover un desarrollo equitativo y sostenible.
El momento de actuar es ahora, y es imprescindible repensar nuestras prácticas, para devolver al planeta lo que durante tanto tiempo le ha sido arrebatado.
El nuevo paradigma: Economía Re-generativa
Ante este panorama, surge un nuevo modelo económico que va más allá de mitigar el daño: el modelo re-generativo. A diferencia de los enfoques tradicionales que buscan «reparar» el medioambiente, este nuevo modelo se basa en restaurar los ecosistemas, revitalizar los recursos naturales y promover un ciclo de producción y consumo que no solo reduzca el impacto negativo, sino que cree valor positivo en términos ambientales y sociales.
El enfoque re-generativo plantea un cambio sistémico. Invita a replantear las cadenas de suministro, priorizando prácticas agrícolas sostenibles, la reutilización y el reciclaje de materiales, y la implementación de tecnologías limpias. También se promueve la inclusión social y la equidad, garantizando que el desarrollo económico no excluya a las comunidades más vulnerables.
Existe una interdependiencia entre la economía y el ambiente, de la cual nadie habla. Este arquetipo no solo plantea un cambio en la manera en que producimos, sino que redefine nuestra relación con la naturaleza. “El foco no se centra simplemente en hacer menos daño, sino en reconstruir lo que hemos arrasado, creando un futuro en el que la economía vaya de la mano con la restauración ambiental”.
“En un contexto donde el ambiente ha perdido gran parte de su abundancia, resulta urgente equilibrar la economía del entorno a partir de poner en valor los servicios ecosistémicos. Existen, por ejemplo, empresas que comienzan a asumir la responsabilidad por sus residuos, planificando mejores prácticas para disminuir su impacto en el medio ambiente. Esto se traduce en un impacto sobre las economías”.
En un llamado a la acción existen acciones para avanzar hacia un modelo regenerativo:
- Soluciones basadas en la naturaleza. Diseño e implementación de estrategias enfocadas en restaurar ecosistemas y abordar desafíos como la reducción de la huella de carbono, gestión de residuos, protección contra riesgos ambientales y recuperación de servicios ecosistémicos.
- Reducción de la huella de carbono. Acciones dirigidas a minimizar las emisiones y su impacto en el cambio climático.
- Gestión de residuos y restauración de ecosistemas. Prácticas sostenibles que fomentan el uso eficiente de recursos y la regeneración de ecosistemas acuáticos y terrestres.
- Apoyo a proveedores de soluciones regenerativas. Promoción de concursos e incubadoras de tecnologías regenerativas para impulsar la innovación.
- Programas «sandboxes» de tecnología regenerativa: Áreas de experimentación y desarrollo donde las nuevas tecnologías pueden probarse en un entorno seguro y controlado.
- Cultivar culturas y liderazgo regenerativo. Fomentar una mentalidad regenerativa dentro de las organizaciones y sus redes de socios.
- Participación de comunidades locales. Involucrar activamente a las comunidades en la co-creación de soluciones y futuros regenerativos, garantizando que todos sean parte del cambio.
Este nuevo paradigma es una oportunidad para reconfigurar nuestras economías de manera justa y sostenible. La transición hacia una economía re-generativa requiere de la colaboración entre gobiernos, empresas, organizaciones civiles y ciudadanos. Este esfuerzo conjunto será clave para crear un futuro donde el progreso económico esté en equilibrio con el bienestar del planeta.
El momento de actuar es ahora, y el modelo re-generativo ofrece un camino hacia un mañana más próspero y sostenible para todos.