El secretario general del Suterh, Víctor Santa María, afirmó que “la decisión del gobierno nacional de que nos quedemos en casa fue una respuesta rápida, atinada y dolorosa, pero sumamente responsable y pone en evidencia un orden de prioridades indiscutible para el Estado: la defensa de la vida por sobre todas las cosas”.
A modo de ver de Santa María, la medida buscó “preservar el derecho a la salud de la población y, al mismo tiempo, mitigar el impacto sanitario provocado por la pandemia”.
El sindicalista recordó que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) emitió el documento “El COVID-19 y el mundo del trabajo: Repercusiones y respuestas”, en el que refiere que las consecuencias de esta pandemia no serán solamente sanitarias, sino que en el corto y mediano plazos se empezarán a sentir las consecuencias económicas.
Santa María valoró que el gobierno nacional haya tomado medidas, como por ejemplo, la prórroga del Régimen de Regularización tributaria, la prohibición de los despidos y suspensiones por un plazo de 60 días, además de la constitución del Fondo de Afectación Específica con el “objeto de otorgar garantías para facilitar el acceso por parte de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas a préstamos para capital de trabajo y pago de salarios”.
Asimismo, dio su visto bueno a la renovación de las designaciones transitorias en el marco de la Administración Pública Nacional, y la creación del Programa de “Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción” para empleadores/as y trabajadores/as afectados por la emergencia sanitaria y la coyuntura económica.
No obstante, Santa María expuso que en vista de las denuncias sobre suspensiones de trabajadores o abono incompleto de los salarios, resulta “indispensable hacer un seguimiento para evaluar el cumplimiento de estas medidas y el impacto, además de observar la dinámica en el empleo privado, sus efectos en las condiciones de trabajo y los aportes de la previsión social”.
Igualmente, el titular del Suterh consideró que “analizar el impacto de la política de aislamiento para el empleo es decisivo no sólo para la elaboración de políticas acordes a esta nueva coyuntura sino también para fortalecer el Sistema de Salud y contribuir al derecho colectivo a la salud. Sin aislamiento, los contagios terminan adquiriendo una velocidad que ha hecho colapsar los sistemas sanitarios de países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia o Brasil, por citar los más significativos. Con aislamiento, las recesiones nacionales están llamadas a profundizarse, pero la salida a esa situación puede ser más rápida con una población que ha sufrido menos los efectos de la enfermedad y la pérdida irreparable de vidas”.
“En un país como Argentina, ya golpeado por el sobreendeudamiento y la caída de la actividad económica producto de las políticas desacertadas llevadas a cabo en los últimos cuatro años por el ingeniero Mauricio Macri, el impacto de esta crisis mundial va a ser aún más profundo. Otra cuestión es que las políticas de aislamiento no pueden ser consideradas inocuas sobre el trabajo. Estos cambios han supuesto profundas modificaciones sobre las condiciones de la vida cotidiana de la población, de su trabajo y la organización familiar, así como de los procesos de producción, circulación y comercialización”, reflexionó.
Por último, Santa María señaló que “las políticas de recuperación económica, no deben perder de vista que la situación sanitaria seguirá siendo compleja en el corto, mediano y largo plazos. En ese marco, el eje central de la política pública debe ser el fortalecimiento de las capacidades estatales de respuesta a este tipo de crisis, que son sanitarias y económicas a la vez a través de un ambicioso programa de obra pública. Para ello se impone una reforma impositiva que busque redistribuir las cargas y retribuir los esfuerzos. Para el día después, la dinamización de la economía se puede basar en un poderoso programa de construcción de viviendas, de fortalecimiento de las comunicaciones, de construcción y acondicionamiento de rutas, escuelas, salas y hospitales”. Para ejecutar tal programa habrá que garantizar condiciones dignas de trabajo y salario justo.