Al aludir a ese lock out sostuvo que «en estos días de marzo, amigos y amigas, hermanos y hermanas, donde he visto nuevamente el rostro de un pasado que pareciera querer volver. Tal vez muchos no lo recuerdan, pero un 24 de febrero de 1976 también hubo un lock out patronal, las mismas organizaciones que hoy se jactan de poder llevar adelante el desabastecimiento del pueblo llamaron también a un lock out patronal allá por febrero del 76. Un mes después, el golpe más terrible, la tragedia más terrible que hemos tenido los argentinos. Esta vez no han venido acompañados de tanques, esta vez han sido acompañados por algunos generales multimediáticos que además de apoyar el lock out al pueblo, han hecho lock out a la información, cambiando, tergiversando, mostrando una sola cara”.
Fechó aquel paro del 76 el 24 de febrero, seguramente traicionada por el subconsciente pues el 24 de febrero es una fecha histórica del justicialismo, que marca la elección de Perón como presidente de la Nación, en 1946, derrotando a la Unión Democrática. El paro empresarial del 76 ocurrió el 16 de febrero.
Recordar los detalles y protagonistas de la acción emprendida por los sectores empresarios que la emprendieron contra Isabel requiere tener buena memoria (o un buen archivo). Como un desafío a la memoria dos sindicalistas, Hugo Moyano (titular de la CGT) y Julio Piumato firmaron una nota titulada “Los trabajadores y el paro agrario” -publicada en el portal rebanadasderealidad.com.ar- en la que se lee: “Hace 32 años, un 16 de febrero de 1976, banqueros, industriales, la Sociedad Rural y el resto de las organizaciones que nucleaban a los sectores del campo, iniciaban un paro de claro contenido golpista, anticipándose al levantamiento militar del 24 de marzo, todo con la venia de los EE. UU. Esa alianza oligarca, militar y pro-imperialista derrocaba a un gobierno constitucional, todo con la complacencia de la prensa nacional.
La convocatoria al lock out del 76 partió de la APEGE, Asociación Permanente de Entidades Gremiales Empresarias, reclamando ”la rectificación total de la filosofía política, económica y social que ha llevado a nuestra Argentina al borde del caos”. Esa entidad estaba integrada por las grandes cámaras empresarias, las entidades del agro y el Consejo Empresario Argentino, que presidía José Alfredo Martínez de Hoz quien, golpe de estado mediante, asumió como ministro de Economía de la dictadura. La Argentina ya no estaba al borde del caos sino que se había precipitado al infierno.
Pero no fueron ni la presidenta en su discurso del 1 de abril en Plaza de Mayo, ni tampoco los sindicalistas Moyano y Piumato en la nota que firmaron en Internet, los primeros en atribuir un sesgo golpista a la protesta por las retenciones con productores que se dedicaron a formar piquetes y cortar las rutas. El primero en lanzar la sospecha golpista fue el polémico empresario José Alberto Samid, un productor rural y agroindustrial.
Lo hizo en la noche del 25 de marzo, al participar en el programa televisivo “Otro tema” que dirige el periodista Santo Biasatti, frente a directivos de las entidades que estaban impulsando la protesta y los cortes. ¿Cómo reaccionaron estos?. No tuvieron oportunidad porque luego de la intervención de Samid las cámaras comenzaron a registrar escenas de exteriores y los invitados al programa debieron irse.