La nueva campaña busca posicionar al producto uniendo valores de juventud con los valores de tradición que se le reconocen a la marca y elevan a Cinzano a la categoría de clásico, con sus casi 250 años de historia desde su nacimiento.
No todo cambió mucho es el slogan final de la campaña y apunta a comunicar que si bien vivimos en una era de avances tecnológicos vertiginosos y constantes, de grandes cambios culturales y comunicacionales, la esencia del hombre sigue siendo la misma. Sin profundizar en razonamientos pseudofilosóficos, ni pretensiones de transmitir un mensaje de gran envergadura, Cinzano logra identificar a su targuet con situaciones que por su naturaleza cotidiana y atemporal, son tanto actuales como pasadas o futuras. Capaces de identificar a alguien de esta generación como de generaciones pasadas, sin por ello abandonar una estética actual ni ser obvio en el mensaje.
Cada vez son más constantes los cambios que nos sacuden y en medio de tantos cambios algunas cosas permanecen constantes. Cinzano cambió su envase, pero su esencia es la misma. Al igual que el mundo con quien viene compartiendo estos casi 250 años de historia.