Corea se coronó campeón y ganó el Espirito Santo Trophy, con un score de 30 golpes bajo el par, relegando a las favoritas estadounidenses al segundo lugar, a 17 golpes del equipo Coreano. Las protagonistas de esta hazaña se llaman Jung-Eun Han, Ji-Hee Kim y Hyun-Soo Kim.
La actuación de las tres jugadores fue contundente, ya que además consiguieron una marca que posiblemente nunca nadie pueda igualar en la historia moderna de este torneo: se quedaron con los tres primeros puestos de la clasificación individual. Terceras, muy lejos, finalizaron las suecas (defensoras del título), francesas y sudafricanas con un acumulado de 4 bajo par (572 golpes).
Por el lado de la Argentina, el equipo capitaneado por Federico McNeil no tuvo el cierre esperado, totalizaron 578 golpes en el leaderobard general del torneo y no pudieron mejorar el quinto puesto obtenido en Madrid 1970. Sin embargo, es importante destacar la muy buena actuación que tuvo Manuel Carbajo Re, la jugadora de Necochea con rondas de 70, 67, 73 y 76, empató el octavo lugar de la clasificación individual.
“Quedamos muy contentas con la experiencia vivida esta semana en nuestro país”, aseguraron Victoria Tanco y Martina Gavier, en coincidencia con Carbajo Re, quien estaba sorprendida por su top ten en la clasificación individual del torneo.
Las jugadoras coreanas volvieron a ganar el Espirito Santo Trophy después de 14 años ya que habían obtenido la victoria en 1996 en Philipinas. Ji Hee Kim igualó la ronda más baja en la historia del torneo, record que tenía la jugadora de Paraguay Julieta Granada con 63 golpes. Corea anotó la marca más baja en la historia de la competencia con 546 golpes (-30) al cabo de 72 hoyos y el equipo completo se quedó con las tres primeras ubicaciones de la clasificación individual.