Pampers, la marca de pañales de P&G, sabe que ser padres implica cuidar, alimentar, abrigar, proteger, educar, y también la enorme felicidad de poder disfrutar de cada hijo o hija a través de los mimos, los abrazos, las conversaciones, los juegos y de acompañarlos con amor en su crecimiento y desarrollo. En este marco, brinda el beneficio de quince días de licencia por paternidad a todos sus empleados.
De acuerdo a la Convención sobre los Derechos del Niño y las recomendaciones de UNICEF, se establece que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que respecta a la crianza y el desarrollo del niño y la niña y el Estado debe velar por ello (artículo N° 18). De esa manera la presencia del padre en la crianza y la equitativa corresponsabilidad con la madre es concebida como un derecho que cada niño y niña tiene. El lugar de un padre es tan importante en la vida del niño, como el de la madre. Que ambos padres cuenten con la posibilidad de pasar tiempo de calidad con sus hijos/as favorece formas de vincularse emocionalmente positivas.
El cuidado de los primeros días de un bebé es fundamental para su sano desarrollo, por eso es tan importante la presencia permanente tanto de la mamá como del papá. Un niño o niña que crece en un entorno donde existe co-responsabilidad en las tareas entre hombres y mujeres, y donde los roles de género son más equitativos, tendrá mayores oportunidades de desarrollar relaciones de género basadas en el respeto, el cuidado y la no violencia.
Para UNICEF, este esquema es imprescindible para garantizar el derecho de cada niño y niña a ser cuidado por su familia y para promover un reparto más equitativo de las responsabilidades de cuidado. En la misma línea, Pampers se suma a la ampliación de licencias parentales y promueve el hecho de que cada vez más bebés puedan crecer llenos de amor, juegos y sueños brindados por sus mamás y papás.