Los coronavirus son una familia de virus que se descubrieron en los años 60. Existen diferentes tipos y pueden provocar distintas enfermedades, desde muy leves como un resfrío, a cuadros más graves como neumonías severas que pueden llegar a ser mortales. A esta familia, pertenece el virus SARS Co V 2, responsable de la enfermedad que hoy llamamos COVID-19.
La característica particular de este virus es su alta contagiosidad, lo cual hace que pueda afectar a gran número de personas. La mayoría de los casos son leves, pero en una minoría pueden producirse cuadros de mayor gravedad, fundamentalmente en personas mayores o que padecen otras enfermedades. En todos los casos, de presentar fiebre y algún otro síntoma es importante consultar al médico.
Las personas con afecciones médicas crónicas, incluidas las enfermedades respiratorias, deben tomar precauciones adicionales para minimizar el riesgo de COVID-19. Además de las medidas preventivas generales difundidas por el Ministerio de Salud, que aplican a toda la población, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria brinda algunas recomendaciones generales y particulares para pacientes con diferentes afecciones respiratorias:
Pacientes con enfermedades respiratorias en general
Fumadores
El tabaquismo podría, directa o indirectamente, contribuir en el desarrollo de infecciones virales de la misma familia del COVID-19, potenciando el riesgo de enfermedad y con peor pronóstico. Por lo tanto, los fumadores tienen incrementado el riesgo de desarrollar una enfermedad más grave al infectarse con COVID-19. La infección con coronavirus toma relevancia no sólo en el fumador, sino también en relación a quienes están expuestos al humo de tabaco ambiental (tabaquismo pasivo).
El virus puede ser vehiculizado a través del humo, por lo que, un fumador pasivo, que inhala lo expirado por el fumador activo, podría contagiarse. Por eso se recomienda no fumar si hay otras personas presentes y tomar una distancia aún mayor a la recomendada sobre todo si se está en un ambiente cerrado.
Al igual que el cigarrillo convencional, el uso de cigarrillo electrónico se transforma en un potencial agente trasmisor del coronavirus, ya que la utilización de ambos supone arrimar los dedos y manos a los labios, lo que aumenta la posibilidad de transmisión del virus de la mano a la boca.
Aparte de los beneficios conocidos de dejar de fumar, en esta situación va a disminuir la posibilidad de transmisión de infección por COVID-19 y en caso de enfermar, un ex fumador tendrá mejor manejo de la infección por el impacto beneficioso, positivo e inmediato en el funcionamiento del aparato respiratorio y cardiovascular.
Pacientes con asma bronquial
Los pacientes con asma deben hacer una consulta inmediata si tienen signos de infección respiratoria (fiebre, tos, falta de aire, dolor de garganta u otro que no sea un síntoma habitual de su enfermedad). Deben continuar cumpliendo estrictamente su tratamiento habitual aunque se encuentren sin síntomas. El uso de las mismas reducirá el ataque de asma por diferentes virus, entre ellos el COVID-19.
Deben priorizar el uso de fármacos a través de inhaladores de dosis medida (aerosoles) con o sin aerocámaras o Inhaladores de polvo seco (envases multidosis o en cápsulas).Si no fuera posible dejar las nebulizaciones procure tomar las medidas sugeridas en el apartado de recomendaciones generales.
En caso de estar recibiendo tratamiento con terapias biológicas, esta no debe ser suspendida, debiendo ser aplicada, preferentemente, en forma domiciliaria. Además, se recomienda tener un plan de acción acordado con su médico tratante para seguir, en caso de aumento de la sintomatología.
Pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)
Las personas con EPOC tienen un riesgo potencial de mayores complicaciones si se infectan por COVID-19. Se recomienda enfáticamente que los pacientes con esta patología sigan los consejos de su médico y de las autoridades sanitarias para minimizar la posibilidad de infectarse.
Es primordial no dejar de cumplir el tratamiento que efectúa diariamente y, ante la aparición de síntomas no habituales (fiebre, decaimiento, dolor de garganta, etc) y/o incremento de la tos, de la falta de aire o cambios en el catarro, consultar inmediatamente.
Deben priorizar el uso de fármacos a través de inhaladores de dosis medida (aerosoles) con o sin aerocámaras o inhaladores de polvo seco (envases multidosis o en cápsulas). Si no fuera posible dejar las nebulizaciones deben tomar las medidas sugeridas anteriormente para pacientes asmáticos.
Si utilizan oxígeno, deben seguir las recomendaciones habituales. Además, es fundamental aplicarse la vacuna para la gripe lo antes posible y para el neumococo según indicación de su médico. A pesar de no poder salir de su casa, deben realizar ejercicio físico diario en sus hogares, según orientación de su médico.
Pacientes que fueron trasplantados de pulmón
Evitar consultas en hospitales o consultorios, manejarse por medios electrónicos. Si concurre al médico o al hospital hacerlo con barbijo tricapa. Si tiene que hacerse análisis, gestionar la extracción en el domicilio y, de no poder, concurrir con barbijo tricapa y cumplir fielmente con el aislamiento de 2 metros de separación entre personas.
Pacientes con bronquiectasias
Los pacientes con bronquiectasias deben hacer una consulta inmediata si tienen signos de infección respiratoria (fiebre, falta de aire, dolor de garganta u otro que no sea un síntoma habitual de su enfermedad). No hay un tratamiento médico específico para pacientes con bronquiectasias para prevenir la infección, pero deben tomar las medidas adecuadas con mayor rigor si se infecta con COVID-19 el cuadro puede ser más grave que en otros pacientes.
Si el paciente usa antibióticos inhalados, que lo haga en lo posible en forma de polvo seco. Si no fuera posible dejar las nebulizaciones procure tomar las medidas sugeridas en el apartado de recomendaciones generales.
Pacientes con Enfermedad Pulmonar Intersticial Difusa (EPID)/ Fibrosis Pulmonar Idiopática (FPI)
Además de estar dentro del grupo de riesgo por presentar una enfermedad pulmonar crónica, los pacientes con EPID/FPI o con enfermedad fibrosante asociada a enfermedades autoinmunes, reciben frecuentemente medicación inmunosupresora, por lo que deben tomar precauciones especiales para prevenir cualquier tipo de infecciones respiratorias.
Es importante, en este tiempo de pandemia, diferir visitas de control, pruebas de función pulmonar y estudios de imágenes que no sean considerados indispensables. Cualquier solicitud de laboratorio o confección de recetas debe ser canalizada sin concurrir al establecimiento asistencial.
La rehabilitación respiratoria, en el centro donde habitualmente se realiza, debe ser reemplazada por ejercicios que puedan realizarse en la casa como caminata en el departamento o en la casa, además de ejercicios respiratorios y de grupos musculares. En caso de recibir oxigenoterapia deben cuidar rigurosamente la higiene del equipo y las condiciones de suministro.
Pacientes con Fibrosis Quística y sus familias
La Fibrosis Quística (FQ) se encuentra dentro del grupo de enfermedades crónicas con cuidados especiales y por el momento no sabemos cómo la infección por COVID-19 puede afectar a las personas con esta enfermedad ya que hasta la actualidad no hay reportes publicados. Y deben hacer una consulta inmediata si tiene signos de infección respiratoria (fiebre, falta de aire, dolor de garganta u otro que no sea un síntoma habitual de su enfermedad).
Pacientes que usan CPAP por Apnea del sueño
Si el paciente usa CPAP y no tiene diagnóstico de Coronavirus, enfermedad febril o cuarentena que requiera aislamiento indicado por personal de salud, puede seguir usándolo sin inconvenientes. Si vive en una zona de circulación viral sería conveniente disponer de una habitación separada para dormir durante esta emergencia de salud pública para evitar la posibilidad de diseminación en caso que usted fuera un portador asintomático del virus.
Les recordamos que la limpieza del CPAP que no varía de la habitual (realizar la limpieza diaria de la máscara con una toalla húmeda con detergente suave y agua tibia, enjuagar suavemente con una toalla limpia y dejar que la máscara se seque al aire).
Si usa humidificador debe vaciarlo de agua al despertar y cargarlo antes de volver a usarlo. Si no se consiguiera agua destilada, se debe usar agua segura de red o embotellada y limpiar diariamente el humidificador para evitar el cúmulo de sarro.
Una vez a la semana, se debe limpiar el tubo de CPAP, la máscara y el arnés en un recipiente lleno de agua tibia y unas gotas de detergente suave sin amoniaco o con agua y lavandina en la siguiente proporción: una parte de lavandina y nueve de agua. Agitar todas las partes durante unos cinco minutos, enjuagar bien y dejar secar al aire durante el día. Limpiar la máquina de CPAP con un paño húmedo y el filtro del CPAP con agua tibia si es reutilizable o deberá cambiarlo una vez al mes, si es descartable.
El humidificador se limpia con agua jabonosa tibia y puede dejarse 30 minutos en una solución de una parte de vinagre y cinco de agua y secar luego de enjuague con agua.
Si el paciente tiene diagnóstico de COVID-19 o realiza cuarentena por sospecha del mismo, sugerimos que deje de usar CPAP durante los días que dure el aislamiento. Esto no le producirá un daño inmediato en la salud aunque pasados unos días puede sentir más somnolencia y cansancio durante el día, situación que se va a revertir cuando pasado el período de aislamiento vuelva a usar el CPAP.
Si con diagnóstico de enfermedad por coronavirus o indicación de aislamiento fuera indispensable usar CPAP además de las medidas de limpieza diaria y semanal antes descriptas, debe tener algunas precauciones especiales para su uso:
Pacientes que usan Ventilación Mecánica no Invasiva en el domicilio
Lo primero que tienen que saber es que bajo ningún aspecto tienen que dejar de usar ventilación mecánica no invasiva y se deben extremar medidas generales como la higiene frecuente de manos, evite tocarse la cara, nariz, boca y ojos. Además, se deberán desinfectar frecuente de superficies como teléfonos, teclados, inodoros y mesas.
Si el paciente no padece enfermedad por COVID-19 y no tiene indicación de aislamiento por sospecha de que pueda padecer la misma, lo hará del modo habitual, con especial atención a la limpieza de las diferentes partes del equipo como se describe en las recomendaciones de limpieza para los pacientes que usan CPAP.
Si tiene diagnóstico de COVID-19 o realiza cuarentena por sospecha del mismo y permaneciera con Ventilación Mecánica no Invasiva en su domicilio, no debe dejar de usar su equipo de VNI pero debe tomar similares precauciones que el paciente con COVID-19 y uso de CPAP en lo que respecta a limpieza y precauciones especiales para su uso.
Debe saber que si necesitara provisión de oxígeno, el mismo se puede administrar, con alguna modificación, con la tubuladura de su equipo (consulte con su médico).
Asesoraron: Dres. Miguel Penizzotto (MN 79712), ex coordinador de la Sección Neumonología Clínica y Crítica, Daniel Schönfeld (MP 1280), ex presidente, y Susana Lühning, presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.
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