La varicela es la más habitual de las enfermedades eruptivas, que se da durante el invierno, la que es necesario aliviar ya que de rascarse pueden quedar marcas en el cuerpo y rostro del pequeño.
Entre las enfermedades exantemáticas o eruptivas, la que pica por excelencia es la varicela. Se caracteriza por la aparición, en todo el cuerpo, de vesículas rodeadas de halo rojo, alargadas o redondeadas, que se rompen fácilmente dejando una pequeña costra en el centro, acompañado con un cuadro febril. El período de contagio dura siete días, más allá de que aun persistan las vesículas.
“Estas vesículas producen en los niños picazón Todos sabemos que a los chicos que tienen varicela les decimos que no deben rascarse para que no queden después las cicatrices. En realidad no es así, dado que las cicatrices no quedan porque se rasquen sino porque las lesiones de la varicela tienen una infección bacteriana agregada o porque el virus está actuando en un organismo con resistencia disminuida y que produce lesiones más profundas. También observamos prurito en los exantemas de la mononucleosis infecciosa, en especial cuando se ha exacerbado por exposición solar o por ingestión de ciertos antibióticos (ampicilina en particular)”. Comentó el Doctor Pediatra Dr. Antonio Morilla (MN: 60.266 / MP: 16.337).
“La aplicación de Difenhidramina en polvo sobre la piel se utiliza para obtener un efecto local y muy pocas veces para producir un efecto sistémico por absorción. La ventaja de la aplicación cutánea es que permite una acción directa sobre la superficie afectada cuando se trata de pruritos localizados. De esta manera se consigue una elevada concentración de la droga antipruriginosa y un alto nivel de seguridad porque prácticamente no hay absorción”. Agregó el Médico Pediatra Dr. Antonio Morilla (MN: 60.266 / MP: 16.337).