En la inmensa mayoría de los casos, la derivación a un profesional bien formado, solucionan el problema en breve tiempo. Pero los conocimientos, para esta formación, no se imparten ni en las facultades de medicina ni psicología y resultan fundamentales tanto para psicólogos como para médicos. Es por esto que resulta de suma importancia realizar jornadas de capacitación para profesionales de la salud mental.
Las actividades científicas y clínicas, nunca ocurren en un vacío social. Antes de los años ´80, hubiera sido inconcebible, reunirse para estudiar los problemas sexuales. Y, por supuesto, no habríamos escuchado absolutamente nada, en los medios masivos de comunicación. Hoy, siglo XXI, no existe programa serio, cómico, comedia o pasatiempo, que no incluya algo referido al sexo.
Persisten, sin embargo, términos usados para “el terrorismo ideológico”, cuya intención, es paralizar, inhibir, escandalizar a quien los pronuncia, aunque sea un científico reconocido.
Los cambios en la sociedad, también influyen en las concepciones científicas. Comportamientos sexuales, antes considerados “degenerados”, o “perversos”, hoy son variaciones “parafílicas”. La homosexualidad, ha dejado de pertenecer a los trastornos médico-psiquiátricos. La acción de los profesionales, a su vez, influencian a los medios de comunicación.
El desarrollo de estos pioneros, de un programa terapéutico de tratamiento directivo a corto plazo, para aliviar los problemas sexuales, inspiró a grandes terapeutas de diversas formaciones teóricas, a encarar sobre un nuevo prisma, los problemas de la sexualidad humana. La terapia sexual, pasó a ser una especialidad psicoterapéutica diferente.
El descubrimiento de la “píldora anticonceptiva” (década del ´50) responsable de la primera gran revolución sexual del siglo XX liberó a la sexualidad de las “garras” de la visión reproductiva como exclusiva función.
La cultura hippie de post-guerra: “paz y amor”, la adaptación que efectuó Helen S. Kaplan, de los conocimientos adaptados a los profesionales. La aparición del citrato de sildenafil (Viagra) en los finales del siglo XX, fue responsable de la segunda gran revolución sexual del siglo.
Enorme avance de la industria farmacéutica y difusión de la problemática sexual en los medios masivos de comunicación. Sanción de la ley de divorcio, que permitió legalizar separaciones de hecho; con consecuencias en los matrimonios no consumados. Disminución de las restricciones legales para los casamientos entre homosexuales. Disminución de las puniciones y condenas por “lesiones gravísimas” frente a las operaciones quirúrgicas de transexuales. Proliferación de cursos de post-grado, dedicados a la sexualidad humana, en facultades de medicina. Pero pese a todos estos avances no se enseña sexología en las universidades.
Dr. Juan Carlos Kusnetzoff
“Introducción a la Sexología Clínica para Profesionales de la Salud Mental”
Sábado 14 de junio de 8 a 18 hs. en el Paseo La Plaza.
jornadas@depsicoterapias.com