La Asociación Industrial de Artículos de Limpieza Personal, del Hogar y Afines (ALPHA) hace público que los productos de limpieza, principalmente detergentes y suavizantes de ropa, insecticidas, repelentes y limpiadores, vendidos en la vía pública no cumplen con los requisitos sanitarios requeridos para su comercialización y se tratan productos falsos.
En este contexto, durante los próximos meses la Cámara Alpha lanzará una campaña para alertar a los consumidores sobre la importancia de comprar productos de limpieza (detergentes y suavizantes de ropa, insecticidas, repelentes y limpiadores) en lugares establecidos y no en la vía pública, asegurando de esta forma que el producto adquirido entregará las expectativas de calidad y seguridad que las marcas prometen.
De esta forma, el sector busca poner a disposición de los consumidores una serie de contenidos que permitirán a los argentinos a identificar un producto “falso” y las consecuencias de su uso, así como informar sobre el riesgo de comprarlos en la calle.
El presidente de la Cámara ALPHA, el Dr. Miguel Ángel Queraltó, comentó: “Muchas personas pueden pensar que los detergentes y suavizantes para ropa y productos de limpieza como insecticidas, repelentes y limpiadores que se venden en la calle son iguales a los originales, pero en realidad estos productos son rellenados con otras sustancias con todos los riesgos sanitarios que ellos implica para su uso”.
Algunas de las recomendaciones para los consumidores:
– Comprar siempre los productos de limpieza en lugares establecidos como hipermercados, supermercados, mayoristas autoservicios autorizados, almacenes, etc.
– Verificar las etiquetas. Las botellas de detergente para lavar la ropa falsos muchas veces son usadas, por lo que las etiquetas pueden estar dañadas o decoloradas por el uso previo o su permanencia en la basura.
– Verificar el color del producto. Si son usuarios frecuentes de alguna marca en especial, se recomienda poner atención al color.
– Hacer bien las cuentas. El consumidor encuentra un producto aparentemente más barato que su versión original, pero al final gastará más. Por ejemplo, al comprar un detergente para lavar la ropa el producto no va a lavar y seguramente dañará su ropa. Además, puede tener un impacto negativo en la salud.