El anuncio fue realizado por el ministro de Turismo del país vecino, Henrique Alves, a su par argentino, Gustavo Santos. La medida reduce el impuesto del 25 al 6,8 por ciento que cobra a sus ciudadanos por los consumos en el exterior.
“Esta medida beneficia a nuestro país en cuanto a la posibilidad de reactivar el turismo receptivo, que había sido afectado por este impuesto. Brasil representa un mercado muy significativo para la Argentina, tanto por su población como por la proximidad. El anuncio llega en un buen momento ya que, en Semana Santa y vacaciones de invierno, la Argentina y sobre todo sus destinos con nieve, se vuelven muy atractivos para los brasileños”, subrayó Gustavo Santos.
De haber mantenido durante todo el año el impuesto al 25 por ciento, los arribos internacionales provenientes del país vecino hubieran disminuido entre 96.000 y 134.000 mil en cantidad de turistas. En términos de gasto, hubiera implicado una perdida adicional de entre 87 a 121 millones de dólares.
Cabe destacar que la llegada de turistas procedentes de Brasil disminuyó en 300 mil entre 2011 y 2015.