Se comprobó que, las terapias con intervenciones asistidas con perros, tienden a reducir las dificultades y a impactar de manera positiva en el bienestar y la calidad de vida tanto de niños con autismo, como de sus familias. Según datos de la OMS1, 1 de cada 160 chicos tiene un trastorno del espectro autista (TEA). Los TEA aparecen en los primeros 5 años de vida y tienden a persistir hasta la edad adulta, se trata de un grupo de afecciones caracterizadas por algún grado de alteración del comportamiento social, la comunicación y el lenguaje.
Es por ello que Bocalán Argentina, viene trabajando desde hace más de 7 años en el entrenamiento de perros de asistencia que colaboran en cuestiones de la vida cotidiana, desde salir a caminar o andar en subte, hasta abrir una puerta o “llamar” al ascensor. La ONG realizó la 7ª entrega de perros a 5 niños con autismo, llegando a casi 30 mascotas entregadas por el programa, que contribuyen a mejorar notablemente su calidad de vida e integración social.
Los niños que recibieron los perros de asistencia este año fueron: Marko (9 años) recibió a su perra “Alaska”, Felipe (4 años) recibió a su perra “Aloha”, Julián (10 años) recibió a “Atún”, Ariadna (7 años) recibió a su perro “Grifo”, Juan Francisco (4 años) recibió a “Harley” y Matías a “Kina”.
Bocalán trabaja con perros de servicio para niños con autismo y personas con discapacidad física. Una vez que estos terminan un entrenamiento básico en el que se les enseña a comportarse y aprenden habilidades estándar (que incluyen no tirar de la correa, abrir y cerrar puertas y levantar objetos del piso, entre otras), los entrenadores ven, dependiendo del carácter del animal, cuál será su trabajo.
Generalmente se eligen perros Labradores Retriever o Golden Retriever porque poseen determinadas características en su contextura física y en su carácter que facilitan su entrenamiento y su labor. Los entrenadores de Bocalán seleccionan a los cachorros entre los 45/60 días de vida, luego de los 2 meses y medio aproximadamente, comienza lo que se denomina como periodo de socialización. Al cabo de 10 meses, se empieza a forjar y comprender la personalidad del can lo que determinará su compatibilidad con su nuevo compañero de vida en un futuro. El periodo de entrenamiento culmina a los 16/24 meses con la etapa de “acoplamiento” junto a la familia designada, donde aprenden a cuidar y a manejar a su perro, con la dirección de los entrenadores.
“Juan empezó a caminar por primera vez solo en la calle, conoció el subte y pudo bajar las escaleras por su cuenta a partir de que conoció a Harley, su perro de asistencia. Es emocionante para nosotros ver cómo el estímulo y compañía de Harley nos cambió la vida”, cuenta Rocío, mamá de Juan de 4 años, quien recibió a su perra de asistencia.
El entrenamiento que realiza Bocalán se basa en el refuerzo positivo, un método de entrenamiento basado en premios. Esto significa que el perro siempre es recompensado por sus acciones correctas. De esta forma, el animal asocia el comportamiento con el premio que le prosigue, y aumentan las posibilidades de que el comportamiento continúe.
La ONG cuenta con el apoyo de Eukanuba, marca que acompaña a Bocalan desde sus inicios en Argentina, ofreciendo la alimentación de por vida de los perros involucrados en este proyecto, entre otros soportes. Es muy importante que estos extraordinarios perros se encuentren alimentados por alimento de alta calidad que asegure la máxima performance y expresión de las capacidades de estos canes.