Esta colección está caracterizada por el eclecticismo como eje principal, ya que sintetiza los rasgos principales de esa galaxia estética en la que conviven lo tribal y étnico, las flores románticas, el jean, el look militar y el navy. Estos estilos a su vez se combinan con detalles de temporadas anteriores como las tachas (que siguen vigentes) y algunos detalles de animal print, ya no realísticos sino evocados a través de diseños y estampados.
La paleta de colores es variada, aunque con fuerte predominio de los tonos tierra y nudes. Por su parte, el coral y algunos verdes alternan con el denim y el violeta; y los blancos, rojos y azules en el marco del navy resultan ineludibles.
Los zapatos cerrados se presentan con plataformas y peep toes en general, con detalles de caladuras, tachas, plisados y drapeados. Las sandalias con preeminencia de tacos chinos forrados en composé y combinados con cadenas de yute como también sandalias bajas con cierre en el talón y tiras de elástico. También hay sandalias sin taco y con tiras anchas envolviendo el tobillo, cerradas con broches.
Las botas cortas con dedos descubiertos y los zuecos en cueros estampados al estilo arpillera van a ser una de las notas fuertes del verano. Las ballerinas se presentan en variedad de estampados con apliques de flores, hebillas, tachas y moños. También hay zapatos bajos con costuras pespunteadas en contraste.
Según Viviana Chamis, responsable de la marca: “Todo lo que se está viendo es una relectura de distintos estilos clásicos y probados. Es una moda cómoda y combinable con la que las mujeres se identifican y llevan con convicción. Permite ir de lo básico a lo sofisticado en la medida en que se busque ese efecto y con la ventaja de que su relativo clasicismo te permite adquirir cosas que sobrevivirán a la temporada”.