Para Alejandro Eduardo Romero, el Gato, uno de los mejores jugadores argentinos en la historia de este deporte, aprender a jugar golf ha sido, también, aprender a vivir. De esto trata esta biografía. De un chico que entendió el valor del trabajo y la dignidad en el seno de una familia muy humilde, cuyo padre, a fuerza de vivir a pocos metros del Córdoba Golf Club de Villa Allende, se convirtió en un extraordinario profesor de la actividad.
“Quien hace trampa en el golf, hace trampa en la vida”, le dijo una vez su padre y maestro. La frase puede extenderse a las virtudes: el esfuerzo, la generosidad, la paciencia, la imaginación, la perspicacia.
El Gato, agazapado y atento, iba tomando nota. Podían avergonzarlo las alpargatas rotas con las que iba a la escuela, pero nunca agachó la cabeza más que para mirar la pelota, antes de un tiro perfecto. De chico, con los palos prestados por algún socio del club, o con cualquier vara de madera que se asemejara, le pegaba a los corchos, les estudiaba el vuelo, medía las distancias.
Más tarde conoció el mundo. La calidez de los latinos, la frialdad y perseverancia de los anglosajones. Vio la riqueza y la pobreza extrema a cada lado del camino, conoció el racismo, la intolerancia, pero también la valía de los hombres íntegros.
Porque con sólo leer el primer capítulo de este libro, que narra una anécdota a la vez desgarradora y vital, cualquier lector va a darse cuenta de que si algo distingue al Gato, más allá de un swing inigualable, es su integridad, su enorme talento para detectar las necesidades del corazón humano.
Alejandro Eduardo Romero nació el 17 de julio de 1954 en el hospital de Unquillo, Córdoba, Argentina, pero su hogar de cuna, donde ha vivido toda su vida, está en Villa Allende. Es profesional de golf desde 1982 y en esta condición ha ganado setenta torneos, entre los que se cuentan diez títulos en el circuito europeo y dos majors en el circuito senior de los Estados Unidos. Ganó 11 veces el Olimpia de Plata en golf y una vez el Olimpia de Oro, como el mejor deportista del país.