Banco Galicia homenajeó a Artistas Argentinos

En el marco de la Feria Internacional ArteBA, Banco Galicia -dentro del marco de sus programas “Galicia Cultura” y “Hacia el Bicentenario”- y Fundación ArteBA, rindieron un homenaje a los artistas Gyula Kosice (1924), Enio Iommi (1926) y Clorindo Testa (1923).

Se celebró la creatividad y el talento de tres vanguardistas que forjaron una obra esencial para la historia del arte moderno argentino y que desde hace más de media centuria no cesan de trabajar con incansable energía.

{mosimage}Protagonistas activos de una generación que creyó en la utopía moderna y preserva todavía los ideales humanistas, Kosice, Iommi y Testa, proyectan sus obras como punto de partida del nuevo siglo, más que como epígonos del que se fue. Sus reconocidas trayectorias son modelos ejemplares de una unión indisoluble entre sus criterios estéticos y sus principios éticos.

Presentados por Banco Galicia, tres personalidades de un vigor ejemplar, precursores y protagonistas de los primeros movimientos de vanguardia, expusieron su talento en un diálogo íntimo donde la cultura y la historia fueron las principales protagonistas.

Acerca de los artistas:

Gyula Kosice

Kosice nació en Hungría en 1924 y a los tres años partió con su familia hacia Buenos Aires. Desde pequeño volcó su sensibilidad en el arte, y lo estudió de modo riguroso influenciado por la frase de Leonardo, que dice: “El arte es cosa mental”. En 1942 comenzó a publicar sus escritos.
Con sus amigos (Rothfuss, Arden Quin, Maldonado, Bayley, Lidy Prati) conoció a Grete Stern, que le brindó acceso a las publicaciones de la Bauhaus y a las obras de los grandes maestros de la abstracción.

Así descubrió que no era necesario copiar ni imitar ni deformar la naturaleza, y junto con el grupo decidió fundar “Arturo. Revista de Artes Abstractas“, cuyo único ejemplar se publicó en el verano de 1944. Ese mismo año, inspirado por los aires renovadores de la vanguardia que conmueven la conservadora Buenos Aires, creó “Röyi”, la primera escultura articulada y móvil. En 1945 estuvo entre los fundadores del movimiento de Arte Concreto Invención; en 1946 creó el Movimiento de Arte Madí, escribió el Manifiesto Madí y diseñó estructuras lumínicas donde utilizó -por primera vez en el mundo- gas de neón.

Desde 1949 el agua es elemento esencial de sus esculturas hidráulicas. Luego, vendrían el sueño de la “Ciudad hidroespacial”, y los premios y reconocimientos a su brillante carrera.

Enio Iommi

“Enio Iommi, yo, empiezo con el arte concreto, y eso fue en el año 1945”, cuenta el maestro, con el ímpetu frontal que siempre ha caracterizado su obra, sus gestos y sus palabras.

Iommi nació en Rosario en 1926, su padre era un escultor italiano. Tenía apenas 10 años cuando se inició en el aprendizaje del oficio y comenzó a prestar ayuda para realizar esculturas decorativas y funerarias. Estudió dibujo con un escultor italiano, y en 1939 se trasladó a Buenos Aires, donde conoció a Alfredo Hlito, con quien comenzó a pintar. Durante años Enio compartió varios talleres con Hlito y su hermano, Claudio Girola, también artista y escultor.

En 1944, realizó las primeras pinturas concretas, y al año siguiente comenzó con la escultura concreta e integró la lista de fundadores del movimiento Arte Concreto Invención. Con este grupo expuso sus obras hasta 1950 y libró la batalla porteña a favor de la vanguardia.

Iommi también integró el Grupo de artistas modernos, pero siempre se destacó por su individualidad, por resistirse a redundar en la fórmula que lo consagró. En 1947 comenzó a utilizar vidrio en sus esculturas, y luego, adoquines, trapos, plásticos, materiales descartables y objetos, cuya tosca apariencia nunca logró alterar la armonía de las formas ni la pureza de las líneas aerodinámicas que consolidaron su fama.

Clorindo Testa

Testa nació en Nápoles, en 1923, y estudió arquitectura en la Universidad de Buenos Aires. Como artista y arquitecto a la vez, goza de un doble talento y un doble prestigio. En el año 1952 expuso por primera vez en forma individual en Buenos Aires. A partir de 1957 se sucedieron los reconocimientos y los premios nacionales e internacionales, y participó en varias oportunidades de las bienales de Venecia y San Pablo. En los años sesenta, integró el Grupo de los Cinco y ganó el Premio Di Tella; en los setenta, con el Grupo de los 13 o Grupo CAYC, ganó el Gran Premio de la Bienal de San Pablo.

Luego de su etapa informalista, sus cuadros blancos cedieron paso a una obra que con sus mensajes directos, activa los procesos mentales del espectador. Los temas fundamentales de Testa, tratan sobre las cuestiones básicas de la existencia del hombre, sobre su historia y su hábitat. “Habitar, circular, trabajar, recrearse”, es el título de la muestra anterior a “La peste en Ceppaloni”, una serie de obras cargadas de referencias sobre sus antepasados, y también de connotaciones sobre el significado universal de la peste. Desde entonces, las obras de Testa, muestran la necesidad de un mundo sólido y estable para el hombre.