La exposición está integrada por una serie de imágenes de puentes tomadas en varias regiones del mundo. Las obras, técnicas mixtas sobre papel, están sostenidas en varios elementos fundamentales, tales como tomas obtenidas transitando las ciudades, macro fotografías realizadas en base a pigmentos o la intervención directa con acrílicos, pasteles, piroxilinas y otros recursos plásticos.
El título «Un puente para Pangea» alude a la teoría del geólogo Alfred Wegener, quien creía que hace unos 225 millones de años nuestro planeta era un solo continente, llamado Pangea, que habría sido luego separado en varias partes por los movimientos de la tierra y de los mares. Puede verse así una rara imagen de esa postal de La Boca que es el puente trasbordador y de sitios de Paris, Londres, Madrid, Budapest, Praga, San Francisco, Seattle y Nueva York, entre otras ciudades.
Como escribió el crítico Raúl Santana, esta particular técnica del artista «transforma en un remoto punto de partida al modelo. Lejos de una mera constatación de la realidad, lo denotado ha sido sometido a elaborados procedimientos que acentúan o borran las huellas de lo real como si el propio paisaje se soñara, o fuera un mero fantasma de las intuitivas invenciones poético-pictóricas del artista».
Por su parte, Joan Lluís Montané, de la Asociación Catalana de Críticos de Arte, señaló: «Axel Jaroslavsky, primer premio de arte digital, con la obra titulada «Puertas Cerradas» impresa sobre tela, muestra el empleo de distintas técnicas de tratamiento de imagen y efectos para mostrar una obra que combina parte materia y cromática con representación descriptiva. (…) De ahí que sea una obra dotada de una gran complejidad porque la alusión al mismo es simbólica, a modo de alegoría, que refleja una actitud dominante de un cierto desconcierto que se constata en la actualidad en nuestra sociedad».
Por último, Lucas Fragasso expresó que las obras de Axel Jaroslavsky «se proponen, explícitamente, como lazos de unión y caminos de unificación de todo lo que ha sido separado; por eso el título de la muestra: Pangea; por eso su hilo conductor: el puente. Y por eso, finalmente, todas y cada una de las obras exhiben a su manera ese peculiar núcleo temporal donde confluyen ecos de lo acontecido y destellan anticipos de lo que se aproxima». Y agrega: «No deja de ser significativo que los complejos procedimientos constructivos también se conciban como unificación de lo diverso, ellos se perciben como articulación y montaje de texturas diferentes, tanto basadas en elementos fotográficos como en intervenciones directas de recursos plásticos (tintas, pasteles, acrílicos etc) y operaciones digitales. Impresión digital, fotografía y pintura terminan por constituir una compleja unidad sin dejar rastros de sus particularidades técnicas. En las obras de Jaroslavsky la simultaneidad de lo no simultáneo, a través de un proceso de fusión de las partes, cobra una extraña e inquietante dramaticidad. Colores, profundidades y perspectivas configuran la obra como unidad de lo diverso en la que, además, pareciera que todo se hace presente a través de su elemento mediador y unificador por excelencia: el puente».
Axel Jaroslavsky nació en Buenos Aires en 1961, es productor de medios digitales y miembro de la Asociación de Reporteros Gráficos. Se ha especializado en fotografía aérea, artística y publicitaria y concepción y creación de guiones, dirección artística para audiovisuales y shows multimedia. Desde hace más de diez años expone su obra en el país y en el exterior.
La muestra se prolongará hasta el 7 de agosto.
Centro Cultural Recoleta
Junín 1930 / 4803-1040
Lunes a viernes de 14 a 21. Sábados, domingos y feriados de 10 a 21