La medida se instrumentará a través de la a Subsecretaría de Calidad Agroalimentaria y Uso Agropecuario de los Recursos Naturales con el objetivo de desarrollar buenas prácticas vinculadas a la preservación de la vida, y dentro de ello la sanidad alimentaria de la población.
Este proyecto se encuentra tipificado en el Código Alimentario y hasta el momento no se había puesto en vigencia.
“El termógrafo será de uso obligatorio en todos los transportes de sustancias alimenticias que garanticen una cadena de frío inalterable, desde la elaboración de los productos hasta las manos del consumidor, en cada una de las bocas de expendio a lo largo y ancho del territorio bonaerense”, explicó el ministro Ariel Franetovich.
Este recurso tecnológico de bajo costo y alta eficiencia permitirá corroborar que la temperatura de los alimentos se mantenga en niveles óptimos y evitar riesgos a la salud de la población.
A manera de prueba piloto y en convenio con la Dirección de Bromatología de la Municipalidad de Guaminí, se llevaron a cabo en ese distrito los primeros controles.