Avancargo, la plataforma logística, anunció que finalizó con la firma de los últimos documentos que formalizan el joint venture que desarrolló con la startup coreana Coconut Silo para complementar desarrollos tecnológicos entre ambos servicios.
La vinculación entre ambas compañías tuvo el auspicio del laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID Lab), que en plena pandemia lanzó un programa de financiamiento y apoyo para revitalizar la economía de la región a través de la promoción de un ecosistema sostenible de empresas emergentes. Lo hizo mediante un innovador mecanismo de apoyo a las asociaciones bilaterales entre empresas emergentes de Deep Tech, de dos ecosistemas geográficamente distantes, como el de América Latina y el Caribe (ALC) y el de Corea del Sur.
De esta manera, el programa impactó en 10 startups, 5 de la región de ALC y 5 de Corea del Sur, con la propuesta de que entre todas se formen pares para una asociación con el objetivo no solo de expandir los negocios de cada una sino también de crear un impacto social.
«Tras un exhaustivo proceso de selección consistente en un análisis de los posibles matchs entre todas las startup que se presentaron de una y otra procedencia, Avancargo y su contraparte asiática quedaron dentro de las elegidas por la entidad financiera de desarrollo. El joint venture ya recibió u$s 150.000 el año pasado y hay otros $100.000 en fondos que van a estar a disposición de la alianza entre este año y el que viene. Este es el primer joint venture sponsoreado por el gobierno de Corea entre una empresa coreana y una argentina. Junto al BID se sumó a colaborar Born2Global, una agencia dependiente del Ministerio de Ciencia y TIC de Corea cuya misión es expandir y transformar empresas para que se comprometan, equipen y conecten con el mercado global», dijo Tony Han COO Coconut Silo.
Born2Global surgió en 2013 en el centro de la escena del Silicon Valley coreano con el fin de armar la red más importante de startups, consultores, e intercambio de conocimiento además del importante apoyo económico de los entrepreneurs. En particular pone un foco estratégico en la expansión global y la entrada a otros mercados de sus startups locales.
“El objetivo final del joint venture es el desarrollo de negocios globales. La idea es crear una plataforma para que ambas compañías puedan expandirse a nivel regional y global”, explicó Diego Bertezzolo, Co-Founder & CEO de Avancargo.
Según Bertezzolo, la firma del acuerdo remata un proceso de casi un año en el que ambas empresas se fueron conociendo para detectar las potencialidades y posibilidades de construcción conjuntas. “Ya empezamos a delinear cuáles eran en concreto aquellos desarrollos tecnológicos donde podíamos colaborar y generar sinergias”, especificó.
En su asociación, Avancargo y Coconut Silo abordarán, entre otras cosas, cuestiones de impacto, de medición de huella de carbono y mitigación del daño ambiental que supone la ineficiencia en el transporte de cargas resultado de la falta de optimización de la ocupación de flota.
Estudios del propio BID resaltan que, en América Latina, la ocupación efectiva de los vehículos de carga se sitúa en el orden del 50% al 60%, contra el 75% de los países europeos y Estados Unidos. Los porcentajes en la Argentina están en línea con el promedio regional. En el sudeste asiático y en Corea, particularmente, los estudios indican que los porcentajes de vacancia son similares.
“En los hechos, estamos conformando un laboratorio de innovación, un hub tecnológico donde ambas compañías recibirán apoyo una de la otra e intercambios de experiencias y know how, acceso a mercados, capacidades de comercialización de las soluciones cuyas licencias integren el joint venture y para entender cuáles son las necesidades de la región en esos terrenos”, finalizó.