Todas las ediciones de «La Carrera del Año» ofrecen espectáculos grandiosos, tanto en lo deportivo como en los shows periféricos. Esta edición en Buenos Aires no fue la excepción:Agustín Canapino ganó una gran competencia en el circuito 12 del autódromo porteño tras una áspera pelea con Emiliano Spataro, que terminó con roces entre ambos.
Ante más de 70.000 personas (según la Policía Federal hubo 72.000 personas en el autódromo, en base a las declaraciones del Comisario Miguel Angel Cariolo, a cargo del operativo policial) Canapino impuso su voluntad al volante del Mercedes TRV6 del Sportteam luego de 22 vueltas de plena disputa y fricción con Spataro, que había largado desde la pole position tras su triunfo en el Súper Sprint de ayer.
«Fue una carrera con muchas sensaciones por ser especial. Sabía que tenía un excelente rival al lado, que me respetó en un principio pero después vinieron los problemas. Al final llegué todo doblado, pero llegué, y después de cruzar la meta levanté porque se me había roto todo», dijo el vencedor, que se llevó el exclusivo Anillo de Top Race como premio especial de esta gran competencia.
En la vuelta tres de carrera, Canapino dio cuenta de la posición de Spataro en La Horquilla, al estirar el frenaje y sorprender al campeón 2007 y 2008 de Top Race. A partir de ahí fue incesante la búsqueda de Spataro por recuperar su lugar, aunque también sería vano ya que Canapino demostró una gran solidez para encaminarse hacia su tercera victoria consecutiva en el campeonato 2010-2011, monopolizando de esta manera la Etapa de Invierno de Top Race, de la que resultó amplió dominador.
La primera parte de la competencia se desarrolló en medio de una importante puja entre Canapino, Spataro, Gabriel Furlan, Juan Cruz Alvarez y Juan Manuel Silva. Los cinco animaron «La Carrera del Año» peleando metro a metro. Dos de ellos debieron abandonar prematuramente: Alvarez por un problema en la transmisión, y Furlan sobre el final debido a la rotura de un neumático. «Ya no valía la pena arriesgar el auto, habíamos perdido demasiado», declaró el piloto del Mitsubishi Racing.
En cada vuelta se repetía la historia: Canapino llegaba al frenaje de La Horquilla con Spataro bien cerca e intentando por afuera. Justo en la mitad de la carrera, se dio la primera oportunidad firme: doblando a la par, los autos se aplaudieron en el ingreso a la recta, provocando malestar en ambos pilotos, evidenciado en gestos y palabras a sus equipos. En conferencia de prensa, Canapino diría: «No tengo problemas con ningún piloto ni pretendo tenerlo tampoco. En esta carrera empezó el problema (con Spataro) y en la tranmisión televisiva salió al aire un insulto mío por el cual quiero pedir disculpas, porque no es mi forma de ser. No quiero hablar mucho porque no es mi estilo generar polémicas, después lo charlaré con él y diré lo que tenga que decir».
Cuando restaban tres vueltas, Nazareno López penalizó por boxes y al ingresar se pasó en Saloto. Al quedar atrapado en la leca, obligó el ingreso del Pace Car, dejando dos vueltas lanzadas para la gran definición de «La Carrera del Año», con una multitud expectante en las tribunas. La primera se dio del mismo modo: con la lucha expuesta. La última vuelta fue a todo o nada, y La Horquilla volvió a ser escenario de la intensa pelea: Spataro intentó, pisó afuera y de un modo poco ortodoxo llegó segundo luego de que Canapino viera la bandera a cuadros caer ante su paso y decretarlo vencedor.
«Fue una carrera excelente. Esperaba una carrera peleada y pensé que la podía ganar pero el segundo puesto tampoco está mal. El auto andaba bien cuando Canapino iba detrás mío en la recta, pero me descontaba mucho doblando. Ibamos parejos pero cuando me tiro por afuera a pasarlo en La Horquilla el se abre y nos golpeamos», explicó Spataro, que agregó: «Cuando él (Canapino) intentó pasarme yo lo dejé doblar y cuando cuando yo quiero pasarlo él no me deja. Yo no tuve ni tengo problemas con él, ni tampoco quiero tenerlos».
Apenas milésimas atrás del piloto de Lanús llegó Pechito López, que tras el relanzamiento se había ocupado de defender su lugar en el podio ante la presión de Silva antes que pensar en ir a buscar a los dos pilotos que tenía por delante.
«Lo busqué a Gabriel (Furlán) y después me dediqué a cuidar las gomas porque sentía que al auto le faltaba un poco. No me sentí a gusto pero por suerte hicimos podio, pudimos clasificar a la Etapa Final y entrar en una buena posición», señaló el cordobés.»La última vez que vi el autódromo tan lleno fue cuando vine a ver la Fórmula Uno en 1998. Estoy feliz por el show brindado y quiero agradecer por dejarme formar parte de esta carrera», dijo el cordobés.
Detrás del pelotón de adelante, Diego Aventin, Guido Falaschi y Omar Martínez protagonizaron su propia carrera, intercambiando posiciones y llegando de la manera antes mencionada. Para los dos últimos fue un gran negocio: con estos resultados, ambos lograron ingresar en la Etapa Final empatando en el último lugar disponible.
Intenso fue el fin de semana de Marcos Di Palma: el viernes perdió un entrenamiento, el sábado no clasificó y estaba evidentemente molesto. En el Sprint avanzó muchas posiciones y quedó segundo. Y hoy, en la final, tuvo un notable rendimiento que lo llevó a la décima posición final.
Seis fueron los que finalmente se clasificaron en el segmento: Canapino, con 77 puntos; Silva, con 52; López, con 47; Spataro, con 46, y los mencionados Falaschi y Martínez, ambos con 41.
La próxima fecha de Top Race, primera de la Etapa de Primavera, será el 17 de octubre en el autódromo de la ciudad de La Rioja.