Como era de esperar, cada vez menos profesionales argentinos juegan los torneos de nuestro país. Es una constante; disminuyen las participaciones de profesionales locales a medida que avanza el PGA Tour Latinoamérica. Jack Warfield, presidente de PGA TOUR Latinoamérica, asegura que el Tour vino para hacer crecer el golf en la región y subir el nivel de los profesionales locales “que tienen que esforzarse para superar a los extranjeros”, pero eso no está pasando, y cada vez más extranjeros clasifican para jugar los torneos que hace unos años estaban minados de figuras locales.
Las asociaciones de profesionales de Argentina no tienen mucha fuerza frente a la empresa multinacional PGA Tour, que si bien arrancó en los Estados Unidos, tiene alcance internacional con torneos en Canadá y Asia, entre otros. La división reinante entre los profesionales, ya sea por viejos rencores o pertenencia a una u otra asociación, no ayuda al fortalecimiento del conjunto.
Desde la Asociación de Profesionales de Golf de Argentina enviaron una carta abierta a los profesionales: “El Abierto del centro, la cuna del golf nacional, dejó de ser nuestra fiesta. Uno de los torneos más prestigiosos de nuestro país dejó este año de darle participación a los profesionales de golf argentinos, ignorando la rica historia de nuestro golf. Se suma así a similares decisiones tomadas el año pasado por el Torneo de Maestros, el Abierto de la República y el Roberto De Vicenzo Classic. Asociado este año con el PGA Tour Latinoamérica, el club -Córdoba Golf Club- consintió en dejar afuera de toda participación en el certamen a los profesionales argentinos, que no tendrán representación en la organización ni en el cupo de jugadores del TOUR Nacional que históricamente tuvieron su lugar.”
Cabe mencionar que no existe más el Abierto de la República, ahora es el “Visa Open”, ni es el Torneo de Maestros sino el “Personal Classic” y no se juega más en el Olivos Golf Club, y que el Roberto de Vicenzo Classic se juega en Uruguay.
César Monasterio, Director del Departamento de Jugadores de la Asociación de Profesionales de Argentina, habla de un reclamo que viene desde el año 2012: “El inicio de nuestro reclamo se remonta a Mayo de 2012, cuando se realizaron los primeros contactos tanto con el PGA Tour Latinoamérica como con la AAG, advirtiendo sobre los efectos que provocaba dicho Tour en las condiciones en que se había implementado, con una falta de comunicación formal de dicho tour y sin participación alguna de nuestra entidad como referente de los Profesionales de Argentina. Ya anticipábamos, sin duda, que más de 80 jugadores de nuestro país que participaban regularmente en las competencias más importantes quedarían excluidos de las mismas por la incorporación, en principio, de 3 torneos (Abierto de la República, De Vicenzo Classic y Torneo de Maestros), lo que traía a la vez aparejado un perjuicio económico. Los acontecimientos ocurridos en el transcurso del último año, que ponen en riesgo la continuidad del Tour Argentino, que ha sido y seguirá siendo la base del desarrollo de jugadores profesionales que nos representaron y nos siguen representando a nivel internacional”, reclamo sin respuesta alguna por parte de los organizadores del Tour.
El último ganador del 108 Visa Open de diciembre de 2013 -antes era el tradicional Abierto de la República Argentina- fue un Colombiano, Marcelo Rozo -o Willy Rozo para el PGA Tour LA- pero bien podría haber sido un norteamericano, ya que sus dos seguidores eran oriundos de Washington y de Texas. Todos ellos ignotos desconocidos para el más conocedor golfista amateur argentino que estuviese siguiendo las novedades del torneo. No hay que ser muy imaginativos para darse cuenta de que seguían más a los argentinos que a los jugadores que terminaron ganando el torneo.
El ganador de la Orden de Mérito 2013 sí fue un estadounidense, Rayan Braum, de La Florida, que ganó casi cien mil dólares en 13 torneos, ganando dos y saliendo segundo en otros dos, profesional desde el 2007, cuenta con tan solo 525 seguidores en Twitter y 74 seguidores en Facebook. No parece ser alguien que despierte el interés de seguidores, ni latinos ni americanos. Pero fue el ganador del “Roberto De Vicenzo Award”, aunque ni siquiera se menciona el nombre del “Maestro” argentino la página del PGA Tour LA en su sección “Orden de Mérito”.
Jorge Fernández Valdéz fue el único argentino presente entre los cinco de la “Orden de Mérito 2013”, con ganancias de 65 mil dólares. Pero el argentino nacido en Córdoba figura en la página del PGA Tour LA como residente en “Miami, Florida, USA”. Pareciera que el PGA Tour LA no quiere que participen jugadores latinos en el tour latino, valga la redundancia. En la conferencia de prensa del Visa Open del año 2012, Mark Lawrie, Director Ejecutivo de la AAG, hizo público un mail de Jack Warfield, Presidente del PGA Tour LA, donde decía que “estaba podrido de que ganen los jugadores argentinos”, ya que en sus inicios la mayoría de los torneos y de la Orden de Mérito quedó en manos argentinas, algo que nunca más volverá a suceder el contexto actual. Una mail que dejaba ver las intenciones del Tour: que los jugadores extranjeros tuviesen cada vez mayor participación.
El jugador español Jacobo Pastor se sinceró: “Buscamos alternativas para jugar, en España está complicado”, y eso pasa con la mayoría de los jugadores extranjeros, que buscan en Latinoamérica un oasis donde poder jugar y ganar dinero, ya que tienen muy pocas opciones en sus regiones.
Muchos pueden decir que los jugadores extranjeros les ganan a los jugadores latinos en las mismas canchas, y por eso triunfan en los torneos que son “abiertos”, y en eso coincidimos, el nivel parece ser mejor en Estados Unidos, donde cuentan con millones de golfistas aficionados, un mercado millonario alrededor de la industria del golf, y beneficios e incentivos en los colegios y universidades para golfistas. Estamos de acuerdo con eso, pero también hay que ver dónde se hacen las clasificaciones para poder jugar durante el año en el Tour Latinoamericano; creemos que allí reside la escasa y cada vez menor participación de argentinos en el tour.
Las dos clasificaciones para el 2014 se disputaron en Lima, Perú, y en Florida, USA, y es allí donde los latinoamericanos están en desventaja, ¿por qué no hay clasificaciones en cada país anfitrión? Es casi imposible para jugadores locales ir a jugar estas costosas clasificaciones para el PGA Tour LA en el exterior. Sin hablar de hacerlo en los Estados Unidos, donde algunos no conseguirían ni siquiera la Visa para poder jugar. Los números no nos dejan mentir: 15 argentinos participaron en Lima, y ninguno en Florida, en donde participaron 98 norteamericanos, 17 resto del mundo y solamente 6 latinoamericanos. En Perú hubo más argentinos:17, 25 del resto del mundo, 60 norteamericanos y 25 del resto de latinoamérica, y de estos, solamente 2 del país anfitrión.
Los veinte jugadores que ganaron estatus totalmente exento en la Clasificación 2014 de Florida para iniciar la temporada del NEC Series-PGA TOUR Latinoamérica fueron 18 de los Estados Unidos, uno de Inglaterra y otro de Alemania. En Perú fue más dividido; los jugadores clasificados fueron de nueve diferentes países: Estados Unidos (7 jugadores), Argentina (5), España (2), y uno de Chile, El Salvador, Guatemala, Italia, México y Perú. Los argentinos fueron el Gato Armando Zarlenga, Federico Cabrera, Tomás Cocha, Luciano Giometti y Leandro Marelli. En total clasificaron, para el PGA Tour Latinoamérica 2014, 26 norteamericanos, 5 argentinos, 3 europeos, 3 latinos y 3 centroamericanos.
La ausencia de figuras locales en los torneos influye también en el interés del público, porque a ningún argentino, golfista o no, le interesa seguir a un canadiense o estadounidense desconocido, además por canchas que no están preparadas para que el público esté cómodo ya que son larguísimas y no cuentan con árboles o lugares para que puedan estar protegidos del sol. Resultado, cada vez va menos gente a ver los torneos. Era triste ver las carpas de los sponsors vacías en el último torneo que se realizó en La Reserva Cardales, o ver que muy poca gente seguía a jugadores en Nordelta. Los organizadores locales no saben qué hacer para atraer a la gente (que además tiene que pagar entrada), y a los organizadores extranjeros ni siquiera les interesa el tema.
En el 2013 comenzaron los torneos “Series de Desarrollo”, torneos más chicos que no tienen el “status” que pretende el PGA Tour LA, con bolsas de 50 mil dólares, y el premios para aquellos jugadores que clasifiquen en los primeros siete lugares de cada torneo de poder jugar la Final de la clasificación para el PGA Tour LA. Henrique Lavie, a cargo de la Serie, comentó acerca de su importancia: “la Serie de Desarrollo es una oportunidad única que nos ofrece el PGA TOUR Latinoamérica. Es una ventana de exposición importante para los eventos que en un futuro podrán formar parte del Tour y la posibilidad de que los jugadores entren al PGA TOUR Latinoamérica a través de sus circuitos locales. Será un complemento muy importante del esfuerzo del PGA TOUR en nuestra región».
Lavié es un conocedor del golf de la región, habla el mismo idioma que los jugadores, es ex jugador amateur y profesional- y tiene la experiencia para llevar a cabo con éxito los torneos del TLA. El tiempo dirá si en realidad estos torneos de menor porte favorecerán a los jugadores de la región o será una ventana más para los extranjeros que buscan en Latinoamérica lo que no pueden lograr en sus respectivos países, pasando a ser una barrera más para los jugadores locales.
Si la idea era hacer crecer el golf en la región para que jueguen cada vez más extranjeros -norteamericanos sobre todo- lo están logrando, lo que nunca aclararon es si el deseo estaba también puesto en que haya cada vez más jugadores latinos jugando en la región. Los jugadores profesionales argentinos, en un país que cuenta con más de 300 canchas de golf, cada vez tienen menos posibilidades de jugar los torneos más importantes en su país. El PGA Tour LA, que arrancó con base en los torneos consagrados y con sponsors de Argentina para posicionarse, parece que se olvidó de sus orígenes. La clasificación de los lunes, conocida como las “pre” de los torneos, son verdaderas “masacres”, donde jugadores ganadores de torneos como José Cóceres, tienen que probar suerte si quieren participar entre más de ciento cincuenta participantes que tienen que pagar su inscripción en dólares para competir por escasos 7 lugares.
Mientras tanto no hay ranking argentino, no hay torneos locales, y la mayoría de los profesionales deben dar clases para poder subsistir ante la imposibilidad de jugar el Tour Latino que empezó prometiendo una ventana para los jugadores -profesionales y aficionados- de Latinoamérica.
Cabe mencionar que participar del PGA Tour LA sirve solamente para que clasifiquen cinco jugadores -después de jugar todo el año- al WebCom Tour, y a partir de ahí jugar torneos recorriendo los Estados Unidos para clasificar -después de otro año- para el PGA Tour de los Estados Unidos. Un camino muy largo y reservado sólo para unos pocos. Este año los argentinos que participarán en el WebCom Tour serán Jorge Fernández Valdéz (por quedar entre los 5 de la Orden de Mérito del PGA Tour LA), Julián Etulain y Sebastián Saavedra con estatus condicional, Ariel Cañete que continúa del año anterior, y Fabián Gómez que desciende del PGA Tour. En el PGA Tour tendremos a Ángel Cabrera, Andrés Romero, Miguel Carballo y José Cóceres, quien ya tiene edad para el Senior PGA Tour, pero podrá jugar algunos torneos haciendo uso de su exención médica.
La división entre profesionales de “primera” y de “segunda” -o marginales como los denominan algunos- se acentúa cada vez más, sin caddies en las canchas, se perdió el semillero que dio al país a los únicos campeones representantes internacionales del golf nacional, todos provenientes de hogares humildes y de origen de caddie. Esto no volverá a pasar, ya no existen los caddies en Argentina. Esperemos que la nueva generación de jugadores aficionados puedan conseguir en unos años los logros que hasta ahora supieron conseguir el Maestro De Vicenzo, el Chino Fernández, el Pato Cabrera, el Gato Romero, José Cóceres, el Pigu Romero, y Fabián Gómez, entre otros, que supieron emocionar a su público y lograron que el golf crezca hasta la meseta que se encuentra hoy en día en nuestro país.
Las clasificaciones se hacen en el exterior por el “cepo” al dólar en Argentina; son más de 300 mil dólares que recauda el PGA Tour Latinoamérica en las dos clasificaciones del PGA Tour LA (cada jugador paga 1500 dólares de inscripción), sin contar sponsors y otros ingresos. Son negocios y los negocios se hacen donde las empresas ganan más dinero, y nadie está en contra de que ganen dinero, sino de que desde distintas asociaciones les reclaman que reinviertan parte de los ingresos (inscripciones, sponsors, entradas, etc.) en aquellos que están empezando o pensando en aquellos que no tienen posibilidades de participar de sus clasificaciones. Con la “Serie de Desarrollo” se cierran aún más las posibilidades, porque a medida que consigan mayores bolsas pasarán a formar parte del Tour latino y muchos más quedarán afuera.
Los profesionales locales consultados sólo quieren trabajar en lo que saben hacer: “jugar al golf”, y en mayor o menor medida piden becas y torneos para nuevos talentos, más y mejores escuelas de menores, más torneos para los jugadores que no pueden viajar, clasificación en cada país de la región con participación de locales exclusivamente (como se hacía por provincias para el Abierto de la República), disponibilidad de infraestructura para la práctica de profesionales -no hay lugares para practicar sin cargo y en muchas canchas no son bienvenidos-, entre otras cosas, en definitiva, que se preocupen realmente por el golf y los profesionales de la región.
El PGA Tour lleva más de 2 mil millones de dólares invertidos en caridad “apoyando más de 3.000 organizaciones de caridad tanto a nivel local como nacional» -en los Estados Unidos-, como señaló el Comisionado del PGA Tour Tim Finchem, bien podrían destinar un porcentaje mínimo para la región latinoamericana que le permitió comenzar con su expansión.
Las decisiones están en manos de unos pocos; esperamos sepan tomar los caminos correctos para el bien del golf argentino y de la región en su conjunto, para lograr un deporte de inclusión que beneficiará a todos.