La crisis ambiental producida por la erupción volcánica, además de la destrucción de la magra economía de subsistencia, generó una disrupción social grave. A falta de posibilidades de abastecerse localmente para las necesidades básicas, parte de las familias debieron migrar (mujeres que buscaron empleo en el sector del servicio doméstico y limpieza) a ciudades de la provincia y aledaños (Madryn-Rawson-Trelewetc); por otra parte los hijos varones que habían podido salir de la Aldea para estudiar debieron regresar para ayudar a sus padres en la reconstrucción post-erupción volcánica.
En la Región el agua es un bien de difícil acceso. Existe agua potable a aproximadamente 300 mts de profundidad lo que implica costos inaccesibles para los pobladores, particularmente por tratarse de población dispersa y de pequeñas aldeas rurales. A pesar de ello el mínimo indispensable de agua para las necesidades individuales está disponible, a veces con discontinuidades menores dependiendo de eventos climáticos. No obstante, la escasez de agua no permite cubrir todas las necesidades del ser humano, entre ellas la de asegurar una dieta equilibrada con ingesta de vegetales, legumbres y frutas.
Los pobladores se alimentan fundamentalmente en base a harinas y carne (de oveja sobre todo) y las verduras –legumbres y fruta fresca – son difíciles de obtener por la situación distante de los centros productores, el costo de transporte y la dificultad de los caminos helados buena parte del año. Siendo esta situación así, los niños –adolescentes y adultos tienen un problema importante de avitaminosis por la falta de ingesta de vitaminas provistas por el trípode futas-verduras-legumbres. Esto impacta en su salud de diversas maneras algunas de ellas muy graves (mayores porcentaje de daño ocular, ceguera, problemas intestinales, falta de crecimiento óptimo, desgano, fatiga crónica, alta colesterinemia en niños y adultos, mayor cantidad de enfermedades cerebro vasculares y cardiacas, obesidad, etc.).
El Proyecto Armani-Green Cross busca contribuir a mejorar sustancialmente esta situación, impactando en la dieta de los pobladores a través la construcción de un área de Vivero y su implementación con ACCESO EFICIENTE AL AGUA. Lo anterior permitirá que la gente del lugar, y los niños sobre todo, accedan a las vitaminas que les son necesarias y que no se vean en el dilema de decidir si el agua a la que tienen acceso la debieran usar para las necesidades básicas o para regar la producción que les garantice su salud.
Para ser exitosa, la campaña necesita garantizar su continuidad, no es una herramienta de asistencialismo para una temporada, sino que se implementa capacitación y puesta en marcha de una pequeña producción de dulces locales para generar los recursos que lo hagan sustentable en el tiempo. Los miembros de la comunidad esperan con ansias que el proyecto esté en marcha, algunos trabajarán de manera permanente en el mantenimiento y manejo de este invernadero comunitario y otros trabajaran en la producción de dulces. El valor agregado importante es que la comunidad se siente parte del proyecto y se lo apropia.
La escolarización infantil puede aumentar una vez que se eliminan la presión y el peligro de caminar muchos kilómetros por día para la obtención de agua. El agua más segura reduce las ausencias a la escuela por enfermedad. Tener mejores instalaciones sanitarias en las escuelas ofrece un entorno más seguro para las adolescentes. Además, una parte considerable del programa AcquaforLife incluye capacitación y educación para maestros y padres respecto de la seguridad del agua, por ejemplo sobre los métodos de filtración.
Las familias con suficiente agua para cubrir las necesidades del hogar también pueden tener huertas y ganado. Esto tiene beneficios significativos para la salud, ya que les proporciona un acceso más confiable a una alimentación balanceada y nutritiva. Los niños pueden concentrarse mejor en la escuela, y el tiempo de las mujeres se libera para la educación o el empleo.
El acceso al agua salva vidas. Una fuente de agua pura y confiable conduce a una población más sana. Esto, a su vez, previene muertes evitables debido a la deshidratación y las enfermedades transmitidas por el agua, reduce la presión sobre los servicios médicos, permite una mejor asistencia a la escuela y al trabajo y por lo tanto contribuye al crecimiento y la estabilidad económica.
En la mayoría de los países, las personas utilizan un promedio de 100 litros de agua por día; pero en algunas partes del mundo contar con tan solo 10 litros es un lujo. En el marco de esta disparidad, Acqua for Life 2015 invita a participar del desafío.
Debemos tener presente que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la utilización de 50 litros por día por persona. Sin embargo en la Argentina se calcula que es entre 500 a 613 lts diarios. Conclusión: En Argentina el consumo de agua limpia es 10 veces mayor de lo indicado por la OMS. Las causantes más habituales de este derroche son pérdidas en las canillas, dispendio en la higiene personal o limpieza de ropas y lavado de vehículos, vajillas, frutas y verduras, regado de plantas y jardines y el uso de desagües como vertederos.
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