Un hombre en lo cotidiano de su hogar le confiesa a su mujer que ha matado a un tipo. Lo que aparentemente es un hecho único, producto de un impulso, de un momento de locura se transformará en un hecho cotidiano.
Su esposa, quien hace lo posible para alejarlo del crimen, se verá transformada en su principal encubridora. La compulsión homicida del esposo encuentra “contención familiar” en su mujer, pero finalmente, todos, caerán en su furor asesino. A través de un humor del color más oscuro, la obra nos lleva por los laberintos del matrimonio y nos muestra hasta dónde es capaz, la familia, de encubrir los horrores más terribles.
El lenguaje de la pieza parece el compendio de los lugares comunes de las relaciones de pareja hasta el vaciamiento del sentido, hasta el disparate como único modo de relacionarse.
{mosimage}