Para empezar no pueden faltar las empanaditas salteñas, al horno o fritas en sus distintos gustos, una entradita a todo sabor.
Luego nos adentramos en la variedad de platos, los típicos locros, tamales, las humitas o por qué no un sabroso bife de chorizo o matambre a la pizza acompañados de deliciosas guarniciones. No faltan las exquisitas tapas de berenjenas, roquefort, jamón crudo o caprese acompañadas de los más variados panes caseros de campo, de salvado, de cereales, para todos los gustos… Como si esto fuera poco para los más exigentes se completa la oferta con una riquísima variedad de divertidos y variados pinchos o cazuelas de ingredientes finamente seleccionados que atraviesan desde los hongos escabechados hasta el infaltable conejo al vino blanco.
Pero, fiel al estilo norteño, la cena no está completa hasta no probar los deliciosos postres que con la dulzura del cayote como ingrediente típico y no muy difundido en la city porteña dan el toque final a esta velada inolvidable. Por supuesto que, como variada y rica es la cultura de nuestra tierra, también así lo será la oferta de postres que invita a deleitarse a los comensales con los riquísimos turrones salteños, el quesillo con miel de caña y tanto más…