Por Leonardo Wagner, Presidente del departamento de Infraestructura y Parques Industriales de UIPBA y director ejecutivo de Parque Industrial La Bernalesa y Valot SA
Analizando el sector industrial argentino llego a la conclusión de que durante este primer trimestre hay un gradual crecimiento producto de la resiliencia del industrial, que en cada oportunidad ha demostrado su vocación y compromiso productivo para adaptarse a las circunstancias.
El empresario industrial pudo usar su talento para incorporar músculos donde antes no los había. Por ejemplo, al realizar prácticas de operaciones seguras y una constante capacitación en seguridad e higiene, incorporando los comportamientos sanitarios necesarios para el desarrollo laboral en pandemia.
El objetivo para los empresarios del sector es enfrentar esta segunda ola con producción y abastecimiento en volúmenes aceptables mientras se mantenga la demanda, que es la clave de la misión productiva de las empresas.
Más del 50 % de las compañías asumieron los costos de los testeos y traslados de los empleados a sus puestos de trabajo. Estos costos sumados a las negociaciones por el aumento de tarifas (el Estado busca que se mantengan dentro de un digito) y la falta de crédito del sector privado impactan en la calidad del suministro, que incide a su vez en la calidad y cantidad de unidades producidas por las industrias.
Es imperioso que se generen las condiciones necesarias para hacer sostenible todas las operaciones de la economía y es esto lo que no estamos encontrando actualmente. Toda restricción es dañina, pero aquella restricción omitida y que luego ocasione un desborde del sistema sanitario será doblemente perjudicial. Por eso es nuestra obligación como industriales informar y pedir información al Estado para hacer efectiva las acciones de mitigación durante esta pandemia.
Como dice la famosa frase de Leopoldo Marechal de los laberintos se sale por arriba, lo que implica analógicamente que a este laberinto de pandemia y crisis económica se lo debe enfrentar con crecimiento, ya que cualquier otra acción implica un lento y progresivo suicidio.