Por Fernando Montenegro, Sales Director para Cono Sur de Orange Business Services
Desde el inicio de la pandemia, muchas industrias han implementado con éxito el trabajo remoto, inclusive en funciones que anteriormente hubieran sido impensadas. Esto claramente ha sido un desafío para las áreas de IT y lo seguirá siendo al extenderse en el tiempo. Más allá de las medidas iniciales para garantizar que los usuarios puedan acceder a la red corporativa a través de VPNs, las empresas tendrán que pensar cómo proveer mejores herramientas para que los teletrabajadores tengan una mejor experiencia de usuario.
De todos modos, aún con mayor home office, a largo plazo hay un papel importante que juega la oficina en lo que se refiere a colaboración y reuniones en persona. Las oficinas modernas han visto muchos cambios durante los últimos años, desde cubículos con posiciones fijas hacia espacios abiertos y flexibles. La pregunta ahora es, ¿qué impacto a largo plazo tendrá la pandemia en la oficina y su infraestructura cuando termine el aislamiento?
En definitiva, mientras que algunas personas volverán a la oficina ocasionalmente respetando las normas de distanciamiento social, otros continuarán trabajando desde sus casas. Esto obliga a los equipos de IT a replantear los recursos y la infraestructura de red.
Mejorar la infraestructura de red para un trabajo remoto eficiente
Además de temas culturales y operativos de cada compañía, una de las grandes barreras previas a la pandemia que impedían el trabajo remoto era la que la infraestructura de IT no estaba preparada.
Las empresas incrementaron rápidamente la capacidad para aumentar la cantidad de conexiones SSL, pero en muchos casos las aplicaciones críticas del negocio no tienen la performance necesaria y los usuarios remotos lo sufren. El desafío ahora es cómo mejorar la infraestructura para que los trabajadores puedan tener a distancia la experiencia y seguridad como si estuvieran conectados a la red en la oficina.
Las redes definidas por software (SDN) van a jugar un rol crucial aquí. La inteligencia incorporada a estas redes agrega múltiples funciones y capacidades; las decisiones de enrutamiento se toman en función de la visibilidad de la red para mejorar la performance, confiabilidad y velocidad; que se traducen en una mejor experiencia para el usuario. Una muy buena alternativa para estos casos son equipos de instalación zero-touch, es decir que no requieren un técnico para ser instalados en la casa del usuario y se pueden configurar y administrar de forma centralizada. El factor seguridad es crítico en estos casos también; un método para reducir riesgos podría ser el modelo zero-trust, por el cual no se confía el acceso automático a ningún dispositivo o usuario.
Al mismo tiempo, la utilización de video para las reuniones virtuales se ha vuelto fundamental para mantener el contacto entre las personas dentro de la compañía y también con clientes y proveedores. Por lo tanto, pensar en proveer equipos de videoconferencia individuales para los usuarios remotos es una muy buena opción para mejorar la experiencia y productividad de estos encuentros a distancia que son tan habituales al día de hoy.
Planeando el regreso a las oficinas
Muchas empresas ya están planeando cómo será el regreso a las oficinas. Probablemente el regreso será a las mismas oficinas pero manteniendo estrictos protocolos de distanciamiento social, con niveles muy bajos de utilización. A mediano plazo quizás volvamos a cubículos aún más cerrados que antes y a oficinas individuales.
También en este contexto de crisis y revisión de costos hay un fuerte replanteo sobre los requerimientos de mantener grandes oficinas en ubicaciones caras. Algunos ya están pensando en descentralizar en oficinas más pequeñas y distribuidas o incluso en moverse a oficinas flexibles.
Estos planes y nuevas formas de trabajo otra vez van a requerir replantear y pensar cuál será la mejor infraestructura y arquitectura de red.