“Entendemos que la sociedad necesita del trabajo articulado de todos los sectores para poder resolver necesidades que culturalmente parecen tan antagónicas como mantener la productividad y el comercio a la vez que se aplana la curva de contagios”, explica Ezequiel Kieczkier, socio y fundador de la consultora Olivia. “Por este motivo decidimos coordinar una jornada internacional de trabajo entre ejecutivos de empresas y funcionarios públicos de distintos países para pensar proyectos que tengan por delante esos objetivos y activar canales de colaboración antes impensados para llevarlos adelante”, agregó el ejecutivo.
A partir de ese taller, al que asistieron cerca de cien ejecutivos de Argentina, Chile, Colombia y Brasil, surgieron iniciativas sobre las cuales más de 60 organizaciones de la región trabajarán para concretarlas y contribuir a la resolución del problema que hoy enfrenta la humanidad en todo el mundo.
Una de las propuestas presentadas fue la de digitalizar las empresas pequeñas, para facilitar su funcionamiento y ayudar así a que trabajadores autónomos y emprendedores puedan mantener activos sus negocios. “Se trata de un trabajo colaborativo, donde la mayor parte del esfuerzo se centra en la transferencia de conocimiento y experiencias que pueden ayudar más del 60% de las empresas de la región a garantizar su continuidad”, apuntó Gabriel Weinstein, Socio y Director de Innovación de Olivia.
Los participantes del taller también demostraron gran interés en la iniciativa de crear un sistema online de turnos para acceder al transporte público y privado ante la necesidad de trasladarse luego del período de cuarentena obligatorio. “Esto permitiría habilitar paulatinamente las actividades productivas y asegurar el aislamiento social de las personas en un mínimo razonable”, explicaron desde Olivia. El proyecto consiste en crear una plataforma y realizar un relevamiento de usuarios que puedan proveer transporte privado, donde ya hay empresas interesadas en participar de la construcción de una aplicación para solicitar los turnos de traslado y evitar que el distanciamiento social se rompa.
En el mismo sentido se propuso que las personas que no están digitalizadas eviten ir presencialmente a pagar los servicios con el objetivo de limitar los contactos. Esta propuesta debería incluir un proceso sistematizado para retirar la documentación correspondiente, realizar los pagos y luego hacer la devolución de los papeles a quien corresponda. “Buscamos que la gente dedique el menor tiempo posible en los centros de atención, donde suelen permanecer varias horas para esperar una simple validación de papeles”, remarcaron los expositores durante la ponencia plenaria.
«Otra de las iniciativas presentadas fue la de poner en valor el teletrabajo, impulsando un nuevo marco de pautas que facilite la implementación de esta modalidad como parte de la normalidad y no como una excepción para ciertas situaciones», señaló Weinstein. “Entre los participantes hubo consenso en que parte gran parte de las dificultades para implementar esta forma de trabajo está en la cultura de las organizaciones, que si no ven a la gente en la oficina estiman que se trabaja menos o que no lo hacen, cuando hoy la práctica está mostrando que la situación es la opuesta», explicó Weinstein.
“Vemos que, tanto en el sector público como privado, existe una mirada de oportunidad de mejora de las condiciones preexistentes al COVID-19 y el espíritu de colaboración de todas las organizaciones hace pensar que los cambios propuestos hoy están más cerca de concretarse”, concluyeron desde Olivia al finalizar el encuentro.