Los principales organismos de salud a nivel internacional consideran que, a la fecha, no existen pruebas clínicas para determinar si el ibuprofeno u otros medicamentos AINEs (antiinflamatorios no esteroideos) podrían contribuir al agravamiento frente al COVID-19.
Si bien no están establecidos los protocolos de uso de ibuprofeno en el contexto de la pandemia del coronavirus, ante cualquier síntoma es fundamental consultar el médico, seguir las recomendaciones sanitarias y evitar la automedicación.
Así es como la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirmó que no existe evidencia en contra del uso de ibuprofeno en estos pacientes, no obstante, recomendó en los casos de “automedicación”, el uso de paracetamol como primera opción para bajar la fiebre en las personas en tratamiento por la infección. “Estamos consultando con médicos que tratan a los pacientes y no tenemos conocimiento de informes de ningún efecto negativo, más allá de los habituales que limitan su uso en ciertas poblaciones” declaró.
Al mismo tiempo, la Agencia Europea (EMA) confirmó que “actualmente no hay evidencia científica que establezca un vínculo entre el ibuprofeno y el empeoramiento de COVID 19”. La entidad recomendó que “al comenzar el tratamiento para la fiebre o el dolor en COVID-19, los pacientes y los profesionales de la salud, deben considerar todas las opciones de tratamiento disponibles” y agregó que “los pacientes y los profesionales de la salud pueden continuar usando analgésicos no esteroides (AINE) como el ibuprofeno según la información aprobada del producto”.
Por su parte, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) informó que “no existe ningún dato actualmente que permita afirmar un agravamiento de la infección por COVID-19 con el ibuprofeno u otros antiinflamatorios no esteroideos, por lo que no hay razones para que los pacientes que estén en tratamiento crónico con estos medicamentos los interrumpan”.
Por último, también la FDA, (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos), declaró que “no existe evidencia científica sólida que respalde la afirmación de que los pacientes con SARS-CoV-2 tratados con AINE tendrían peores resultados que los pacientes no tratados con AINE”.