Por Pablo Durañona, Head of Marketing de Kids Corp
El Coronavirus, COVID-19, evoluciona tan rápido, que es difícil escribir sobre el tema sin quedar desactualizado mientras lo hacemos. Considerando esto, decidimos parar la pelota y analizar la situación macro y su impacto directo en la vida de los niños.
Hemos escuchado y leído durante las últimas semanas cientos, tal vez miles, de recomendaciones vinculados con tutoriales sobre cómo toser, técnicas para lavarse bien las manos y sugerencias de quedarse cada uno en su casa, evitando asistir a reuniones masivas, entre otras.
En este contexto, las familias y los niños tienen que reinventarse, adaptarse a un nuevo escenario, modificando sus rutinas, y desarrollando una vida equilibrada. De acuerdo a datos de UNESCO, más de 890 millones de niños no están asistiendo actualmente a clases, lo que significa que pasan, en su mayoría, las 24 horas del días en sus casas.
Los padres no deben alarmarse, sino actuar responsablemente ante esta situación, nueva y diferente a las vacaciones. El primer paso que hay que dar, es hablar con los chicos, explicarles de manera sencilla lo que está sucediendo en el mundo, y establecer rutinas para las próximas semanas. Esto ayudará a que la convivencia en el hogar sea más amigable para todos.
Al establecer una rutina, estamos ayudando a los niños a poder sobrepasar este ciclo de una forma ordenada y que le permita reinsertarse en su vida escolar cuando finalice la cuarentena. Los sistemas educativos de la mayoría de los países en la región, está desarrollando pautas para que los niños puedan continuar estudiando de manera remota, a través de sitios web, apps y otras tecnologías.
Es importante establecer horarios de despertar a los niños, que desayunan y puedan realizar las tareas escolares. Lógicamente que habrá tiempo de ocio, en el cual los se realizarán actividades de entretenimiento como juegos de mesa, cocinar, ejercicio físico , e inevitablemente la utilización de la tecnología a través de tablets, celulares, consolas y/u otros dispositivos.
En este punto es donde nuestra industria debe ayudar a los padres, pero en primer lugar a los chicos, a actuar con responsabilidad. Los primeros datos muestran, por ejemplo, que el uso de Internet en Italia, según Luigi Gubitosi, Presidente de Telecom, aumentó un 70%, sobretodo por el uso de juegos online, siendo Fornite el más utilizado. Por su parte, en China, la descarga de Apps para niños, aumentó más de un 40% durante febrero, respecto al promedio de 2019. En Argentina, el primer lunes sin clases, hubo un incremento del 70% en las conexiones a YouTube y Netflix en el horario escolar entre las 8 y las 18hs.
El uso de la tecnología tiene que ser una herramienta para que los niños puedan aprender y también utilizar para sus entretenimiento y ocio. Los padres deben establecer normas vinculadas al limitar el tiempo en pantalla de los niños, para los cuales se recomienda no sea superior a las 2 horas diarias en los mayores a 2 años. En esta situación actual, podría extenderse un poco más considerando las conexiones por tareas escolares.
Otro factor importante es el control sobre el contenido que ven nuestros hijos de acuerdo a sus diferentes edades. En Latam, el 85% de los dispositivos son compartidos, por lo cual es relativamente sencillo verificar el tipo de contenido al que tienen acceso y monitorear que estuvieron consumiendo.
Finalmente, en la medida de lo posible, recomendamos el uso en conjunto de la tecnología. Poder interactuar con los niños acerca de lo que les gusta hacer cuando están conectados, qué tipo de experiencias tienen y que apps o canales visitan.
Este panorama general nos permite aprovechar el potencial de la tecnología para encauzar de una manera sana, educativa y lúdica, e ir trabajando junto a los niños una cultura de usos responsable del ecosistema digital.