El 8 de abril de 2019 se cumplen 25 años de la primera conexión digital a Internet en Argentina, hito que tuvo lugar en el ámbito académico y que fue fundamental para el posterior desarrollo de la red en el país.
Hace un cuarto de siglo, el 8 de abril de 1994, las universidades argentinas se conectaron a Internet, por primera vez, a través de un enlace digital. Desde los ‘80 se debatía la necesidad de contar con un enlace a Internet ya que el servicio que se utilizaba únicamente era el correo electrónico.
Julián Dunayevich, Director de NIC Argentina e integrante del grupo de pioneros que desde el ámbito académico impulsó Internet en nuestro país y en la región, relata que «hasta el momento el servicio que usábamos era correo electrónico. Lo máximo que llegamos a hacer inicialmente fue poder utilizar algo de conexiones a Internet a través de X 25, el protocolo de conmutación de paquetes que se utilizaba en las universidades».
Si bien para aquella época otros países de la región como Chile, Brasil y México ya tenían acceso, a Argentina, le costó más de 4 años conectarse. El desconocimiento general acerca de la tecnología, la falta de recursos y la ausencia de marcos regulatorios hacían mucho más lento el camino a la conexión en nuestro país.
Pero ese día llegó y en los primeros días de abril de 1994, luego de grandes esfuerzos y gracias a la suma de voluntades, un grupo de estudiantes logró llevar a cabo la conexión a través de Telintar, el brazo internacional de Telecom y Telefónica. Así, se instaló un enlace digital de 64 k, lo que para ese entonces llamaban “de alta velocidad”, en el Pabellón I de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, específicamente, en la sede del Centro de Comunicación Científica. Estos enlaces eran satelitales.
En palabras de Nicolás Baumgarten, actual Consultor en Pert Consultores y otro de los pioneros de las primeras conexiones, «fue una emoción terrible cuando hicimos el PING para conectarnos a Telintar y luego en Exactas».
A partir de allí se distribuyó la conexión a todas las universidades y, poco a poco, se fueron sumando nuevos enlaces en la Universidad de La Plata, en Cancillería y en la Secretaría de Ciencia y Técnica. Con el tiempo, se renegociaron las condiciones de la conexión manteniendo los costos y aumentando la velocidad.
Este hito en el ámbito académico fue producto de años de trabajo y, a su vez, fundamental para el posterior despliegue y acceso a la red en todo el país, lo que sucedería un año después, en 1995, cuando Internet se habilitaría a nivel comercial. Como concluye Nicolás, «en definitiva este hito es la consecuencia de un montón de cosas pero el inicio de otras tantas».