En el Centro Cultural de la Ciencia se vivieron dos días dedicados a reflexionar sobre los derechos y aportes de personas con discapacidad en materia de educación e investigación superior. Fue en el marco del Segundo Encuentro de “Tecnologías para la Inclusión”, que contó con la participación de importantes referentes en el tema, una exhibición de productos y tecnologías asistivas desarrolladas en el país, y la distinción a especialistas por su aporte y trayectoria.
Barreras y oportunidades
La apertura del evento contó con la participación del subsecretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Sebastián Guerriere, y de la directora Nacional para la Inclusión de las Personas con Discapacidad de la Agencia Nacional de Discapacidad, Dra. Mónica Pires. Entre las distintas mesas que se presentaron el 14 y 15 de agosto, la disertación de la doctora en Derecho por la Universidad Carlos III de Madrid e investigadora Adjunta del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), Agustina Palacios, se refirió a los desafíos de la educación inclusiva. Tomando el artículo 24 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que trata específicamente sobre la educación inclusiva, mencionó el caso local de Emiliano Naranjo que debió recurrir a la justicia para reclamar por las adaptaciones curriculares para su formación. Finalmente, en noviembre de 2015, la Corte Suprema de Justicia de la Nación le reconoció la posibilidad de inscribirse y cursar el profesorado de Educación Física en la Universidad Nacional de La Matanza. “Es una cuestión de ciudadanía”, afirmó la doctora, la ley debe garantizar derechos a todas las personas por igual, y la responsabilidad del rol educativo.
En otra mesa, la coordinadora de Discapacidad de la Secretaría Académica de la Universidad Nacional General Sarmiento (UNGS), Verónica Perelli, habló de visibilizar las dificultades en la formación, y la necesidad de medir los avances o retrocesos para “poder administrar y hacer toma de decisiones”. En 2016, se registró un 15.38% de tasa de aprobación de alumnos ciegos, en 2017 el número se elevó a un 44.44%. Uno de los motivos de la buena respuesta fue la modalidad de una materia por cuatrimestre. Los desafíos a la hora de formarse residen, en muchos casos, en la accesibilidad y la adecuación, esto incluye el transporte público, lo académico y los materiales. En este sentido, uno de los proyectos más sobresalientes que estuvo exhibido durante el evento, fue el kit de enseñanza de matemáticas para ciegos y disminuidos visuales (también para dislexia) financiado por Programa Consejo de la Demanda de Actores Sociales – PROCODAS, que se puede encontrar en la biblioteca de UNGS, y consiste en herramientas 3D para trabajar estudios de funciones (gráficos), geometría y dibujo técnico.
Otros proyectos que también se destacaron en la muestra de proyectos y tecnologías financiados por PROCODAS, presentadas en el Concurso Nacional de Innovaciones – INNOVAR y convocados por el Centro Iberoamericano de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (CIAPAT) fueron el material didáctico adaptado para lectura fácil, financiada por PROCODAS, que con vocabulario simple y frecuente, los niños y niñas pueden acceder a autores argentinos como Horacio Quiroga, Leopoldo Lugones, entre otros; también los juguetes didácticos “Un ratito más” dirigidos a personas ciegas que comprende sudokus, bingos, palabras cruzadas, tabla pitagóricas de multiplicación, naipes en código braille.
Mención a personalidades destacadas
Durante el evento, se distinguió a la decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica Argentina (UCA) e investigadora del CONICET, Dra. Liliana Pantano, y al director de Tecnologías para la Salud y la Discapacidad del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Ing. Rafael Kohanoff, por sus trayectorias y creación en el área de la discapacidad. Guerriere y el vicepresidente de Asuntos Tecnológicos del CONICET, Dr. Miguel Ángel Laborde, entregaron a Pantano y Kohanoff los galardones, respectivamente. “Más allá del reconocimiento profesional, se valoró y ponderó la temática de la discapacidad por sí misma, lo que siempre fue uno de mis centrales objetivos. Es un tema importante y necesario porque la discapacidad no es un fenómeno molesto, sino parte de la condición humana y así debiera ser entendido y enfocado”, expresó la decana.
Una de las misiones de la iniciativa “Tecnologías para la Inclusión” promovida por la Secretaría de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, es fomentar la sensibilización pública y la toma de conciencia respecto de las capacidades y los aportes de las personas con discapacidad. En palabras de Pantano “visibiliza y genera redes, ambos elementos esenciales para hacer carne la letra de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, e ir de los dichos a los hechos en beneficio de la calidad de vida de personas con y sin discapacidad”.