Es una obra revolucionaria, impactante. El 1 de octubre va a quedar marcado como un día histórico, no sólo en Córdoba, sino en todo el país. En el día de ayer el Grupo Astori cerró el arco invertido del puente que se construye sobre el dique San Roque, un hito clave que da por finalizada la etapa de mayor dificultad técnica.
El puente que forma parte de la variante Costa Azul, un desvío que permite unir la Capital con el Valle de Punilla sin atravesar la zona urbana de Villa Carlos Paz, no tiene antecedentes y es único por su diseño y modo de construcción.
La obra se define como un arco invertido con tablero superior, lo que la hace diferente al resto son las dovelas de premoldeado. En total son ciento veinticuatro dovelas más las dos claves. Cada dovela pesa alrededor de quince mil kilos. Este innovador sistema constructivo tiene dos grandes beneficios: acelerar los tiempos de obra y reducir los costos.
Hay un solo antecedente similar en el mundo, con dovelas, pero con un modelo constructivo distinto. Lo singular, en este caso, es que los arcos están hechos con estructuras premoldeadas, es decir, piezas en hormigón construidas en otro sitio y después montadas en la obra. En general, los arcos se hacen in situ, y con otra tecnología” señaló Nicolás Emma, gerente general de Astori. Construcciones e ingeniero a cargo de la obra. Los premoldeados del arco son desarrollados y construidos por otra división de la misma empresa cordobesa: Astori Estructuras.
El cierre del arco resultó el punto clave de la obra por la dificultad técnica que conlleva. El arco no lleva tensores y es sostenido por su propio diseño. Este tipo de estructura se definió en base a la geografía del lugar e implicó un reto para los ingenieros. El puente se encuentra ubicado en un terreno inestable, en una falla geológica de Córdoba, allí nacieron los cerros hace millones de años. Además, hubo que tener en cuenta los veintitrés metros de profundidad del lago. Para sortear estas dificultades se usaron millones de m3 de concreto y se debieron inyectar cables de acero a treinta metros de profundidad. A su vez, se utilizaron once mil m3 de hormigón estructural, de ellos tres mil m3 corresponden a premoldeado y el resto a la obra civil. El cálculo de la estructura fue del ingeniero Carlos Larsson.
Al puente también lo define una particularidad, su diseño y construcción son ciento por ciento nacionales. Lo único importado fueron las dos grúas gigantes, de las más grandes del mundo en su tipo. Astori las compró en China para esta obra. Pesan quinientos mil kilos y pueden levantar hasta quince mil kilos a ochenta metros de distancia. Más de cuatrocientas personas, directa e indirectamente trabajaron en la obra. Un equipo interdisciplinario (ingenieros civiles, mecánicos e industriales, agrimensores, geólogos y arquitectos) estuvo a cargo del proyecto y desarrollo.
Luego de finalizar el cierre del arco, la obra, financiada por la provincia de Córdoba, ingresará en su etapa final (está avanzada en un 70%). Se colocarán las pilas y columnas que faltan y luego las vigas sobre las que irá el tablero, o sea, la estructura sobre la que circularán los vehículos. En total, tendrá trescientos veintiocho metros de largo, de los cuales ciento cuarenta los cubrirá el arco y el resto los viaductos en cada extremo, ya sobre tierra firme. El ancho será de veintiséis metros, con dos calzadas por cada sentido de circulación y veredas peatonales.
La obra debería estar finalizada entre mayo y junio del próximo año y servirá para mejorar el flujo de tránsito en una de las rutas de entrada a la ciudad de Córdoba y ofrecerá nuevas oportunidades turísticas para la zona.