El Dakar 2018 congregará, a lo largo de su recorrido a más de 4 millones de espectadores. Solo en la largada desde Lima, Perú se espera que cerca de 1 millón de personas se den cita para ver el lanzamiento de la prueba.
Con un movimiento tan grande de competidores, organizadores, espectadores y vehículos, es importante respetar el compromiso que el Dakar tiene con el cuidado y la preservación del medio ambiente así como de las zonas restringidas al paso de la carrera en todo el recorrido.
El Dakar 2018 será la octava edición en la que se ponga en marcha la iniciativa Greenoxx, que consiste en compensar las emisiones de CO2 que estén ligadas a los viajes de reconocimiento de la organización, a los competidores, a los transportes y a los equipos de logística que engloba el Rally Dakar.
Para ello se han invertido alrededor de US$ 100 mil, destinados a proteger 100.000 hectáreas de selva amazónica. La salvaguardia de este ecosistema, situado en la región del Corredor Ecológico Vilcabamba – Amboró, es la labor a la que dedica su empeño desde el año 2010, el proyecto Madre de Dios, que defiende además el hábitat de 35 especies animales y vegetales amenazadas, respetando a las comunidades indígenas del territorio y ayudándolas en su desarrollo.
Un compromiso que el Dakar firma con los tres países anfitriones de esta edición: Perú, Argentina y Bolivia. Poder atravesar sus dunas y sus impresionantes escenarios naturales es un privilegio, pero también una responsabilidad: la de intentar dejar siempre el menor impacto ecológico posible en sus territorios.