La empresa, especialista mundial en el desarrollo de productos descartables para la salud, la higiene y el cuidado personal, y presente en el país desde hace 23 años, cuenta en la Argentina con tres plantas ubicadas en Pilar, Bernal y San Luis.
“Nos llena de orgullo el cumplir con nuestros objetivos y nos amina a seguir comprometiéndonos con la protección del medio ambiente. Nuestro desafío es mejorar la gestión para generar siempre el menor impacto posible en el entorno. Para ello, fomentamos la sustentabilidad en los productos y en los procesos, y procuramos un desempeño medioambiental que exceda las exigencias legales”, expresó Fernando Hofmann, Director de Asuntos Legales y Corporativos Kimberly-Clark LAO-Región Austral.
El consumo de agua relevante de la compañía se produce en la Planta de Bernal, donde tiene lugar la producción de papel. Durante el año pasado, además de llevar un registro diario del consumo de agua, se trabajó para aumentar la productividad y eficiencia de las máquinas. El consumo de agua promedio de la planta ubicada en Bernal se redujo en 2014 en un 10,6%, manteniéndolo en niveles por debajo del límite global para plantas manufactureras de papeltissue de toda la corporación Kimberly-Clark. Por su parte, las plantas de Pilar y San Luis sólo emplean agua para consumo humano.
En relación al cumplimiento del objetivo de mantener la calidad de los efluentes, las plantas cuentan con análisis mensuales en un laboratorio externo sobre los parámetros de calidad del vuelco de acuerdo a la legislación vigente. Esto incluye controles bajo el marco del programa corporativo de Kimberly-Clark, Ticker Program, consistente en el envío de muestras de agua al laboratorio local para que este analice determinados valores y así validar los laboratorios locales y sus análisis. Asimismo, también se desarrollaron mejoras en los equipos de filtración de agua y reciclado de la misma: en 2014 el agua reciclada alcanzó el 72%.
Estas acciones se enmarcan en Visión 2015, el programa global de la compañía que apunta a la mejora continua en la gestión del medio ambiente, fomentando la sustentabilidad en las personas, los productos y procesos. Kimberly-Clark trabaja implementando prácticas ambientalmente sustentables que aseguren la habilidad de seguir creciendo cuidando los recursos naturales no renovables y adaptando un enfoque preventivo para minimizar el impacto ambiental de sus operaciones.