La localidad de Chillar, partido de Azul, en el centro de la provincia de Buenos Aires, es por estos días lugar de un acontecimiento histórico para la truficultura argentina. Agustín Lagos, quien hace 8 años investiga y trabaja en el área de la truficultura argentina, ha obtenido una trufa negra de perigord en una plantación implantada en 2010. Luego de 4 años, este campo de 5 hectáreas arrojó el primer hongo comestible conocido como el “diamante negro” de la gastronomía.
Lagos se hizo cargo de todo el proceso de producción en este campo, proveyó los árboles, brindo asesoramiento y se encargo de llevar adelante el cultivo junto con un equipo especializado. Hasta que finalmente, asistió, en agosto pasado, a la cacería de la primera trufa de la mano de Pancha, un labrador entrenado, que marcó el árbol donde se encontraba el hongo. Asimismo, Lagos junto con otros socios fundadores lleva adelante el emprendimiento Trufas del Nuevo Mundo, ubicado en Espartillar donde se están implantando árboles desde 2012 y este año finalizaron con la segunda y última etapa para completar las 50 has, que darán las primeras trufas para el período 2016/2017 aproximadamente. Este proyecto, el más grande de Sudamérica de trufas negras de perigord, es además un fideicomiso financiero pensado para pequeños y medianos inversores que quieran volcar sus ahorros y asegurar su futuro económico en un negocio donde las trufas se valorizan cada vez más debido a su escasez.
La trufa negra de perigord es el hongo más fino, aromático y deseado de la gastronomía mundial compitiendo con el caviar, el azafrán y el foie gras. Es utilizado en los platos de los restaurantes más exclusivos del mundo y requerido por los mejores chefs de la gastronomía. Debido a su escasez, un kilo de trufa puede llegar a oscilar entre u$s2.500 y u$s3.000. Francia, Italia y España son los países que cultivan trufas desde antaño aunque ahora por ciertas características del suelo y cambios climáticos la trufa escasea. Como consecuencia, surgen otros posibles mercados como el local, para abastecer a América del Norte, Europa, Asia y Oceanía en contra-temporada.