La Usina representa una nueva manera de trabajar con los clientes, un espacio de reunión y trabajo para desarrollar soluciones que eliminen las barreras de compra, un área de experimentación para conocer y mejorar la experiencia de compra del consumidor. En este innovador espacio, Kimberly-Clark y sus clientes trabajan juntos para desarrollar una solución para cada caso en particular y de esta manera transformar el modo en que se ejecuta el punto de venta.
“Muchas de las decisiones de compra se toman directamente en el punto de venta. En la Usina se comparte con los clientes la mirada del shopper, para cada categoría y canal, para poder brindar soluciones que eliminen posibles barreras de compra”, sostuvo Laura Perdomo, Gerente de Trade Marketing de Kimberly-Clark Argentina.
El proyecto fue desarrollado en conjunto con el estudio de arquitectos “Guzmán-Grandi”, y la colaboración de diseñadores y artistas, lo que convierte a La Usina en un centro de inspiración y un lugar único donde trabajar con los clientes.
El edificio, de 540m2, cuenta con cuatro ambientes decorados con un estilo totalmente novedoso, donde la creatividad está presente en cada detalle: un espacio de bar y living, para ofrecer una instancia descontracturada con los clientes; un auditorio equipado para desarrollar presentaciones y charlas; un showroom donde se simula el espacio de punto de venta y se observan las discusiones frente a la góndola; y finalmente las estaciones de trabajo destinadas a reuniones por equipos.