El acto contó con la presencia de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner; el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo; de Turismo, Enrique Meyer; Mariano Recalde, titular de Aerolíneas Argentinas. También asistieron el intendente de Ezeiza, Alejandro Granados; los presidentes del Orsna, Pedro Lipovich y de la ANAC, Alejandro Granados; el titular de Corporación América, Eduardo Eurnekian; el presidente y el CEO de Aeropuertos Argentina 2000, Rafael Bielsa y Fernando Peláez, respectivamente.
En su discurso, la Presidenta destacó el crecimiento del tráfico de pasajeros registrado en 2012 que alcanzó los 24 millones. “El crecimiento del turismo, de la nación, la construcción de estas modernísimas instalaciones sólo podrían hacerse en un país que ha avanzado como la Argentina, como la región porque la mayor afluencia de turistas viene de Brasil, de Chile, del resto de América.”
“Por eso –continuó– queremos agradecer el compromiso de Aeropuertos Argentina 2000 y la inversión en las obras que han realizado. No tenemos nada que envidiarle a ninguno de los grandes aeropuertos internacionales. Se han incorporado más mangas y hay todavía mayores proyectos para seguir creciendo”, enfatizó.
La mandataria reveló que el titular de Corporación América, Eduardo Eurnekian le anticipó que: “A fin de año inauguraremos Aeroparque y le tomó la palabra”.
Por su parte, Eduardo Eurnekian, destacó que en 2013 la compañía cumple 15 años y que desde 1998 «invirtió más de 7300 millones de pesos en los 33 aeropuertos que tiene a su cargo. Estamos hablando de cientos de miles de metros cuadrados en terminales para pasajeros.»
“Desde el inicio de la concesión, la compañía transfirió al Estado Nacional en concepto de Asignación Específica de Ingresos, conocido como canon, más de 4.200 millones de pesos», subrayó.
El empresario destacó que la empresa pasó de emplear 634 personas en 1998 a tener un plantel de 2108 trabajadores a finales de 2012. “En otras palabras, estamos hablando de la creación de oportunidades laborales y del fortalecimiento de los derechos de los trabajadores.»
La construcción de la nueva Terminal B requirió del esfuerzo de más de 1.000 trabajadores durante los 17 meses de su construcción. Equipada con tecnología de última generación, duplica la capacidad operativa del Aeropuerto Internacional de Ezeiza y lo posiciona entre los más modernos de América Latina.
La nueva B cuenta ahora con 42.300m2 de plataforma, cinco mangas de embarque, 28.795m2 cubiertos en la terminal, 720m2 para servicios comerciales y gastronómicos, 20 puestos de check-in y 34 de migraciones y 376 posiciones adicionales de parking.
Para comodidad de los pasajeros, posee 5.391m2 de preembarque internacional, 2.290m2 en el hall de arribos y 200 m2 para salas VIP.
El edificio se caracteriza por sus amplias superficies vidriadas lo que permite un uso racional de la energía y una gran vista panorámica de todo el exterior. El diseño moderno y funcional divide el flujo de pasajeros a través de sus cuatro niveles lo que posibilita organizar los embarques y arribos por las diferentes alturas asegurando la mejor circulación dentro del aeropuerto.
En el tercer nivel, dispone de seis modernas salas VIP y tres pasarelas mecánicas que brindan mayor confort en el traslado de los pasajeros.
Con esta inauguración se cumple otra etapa de una ambiciosa iniciativa que se desarrolla en el aeropuerto de mayor volumen de pasajeros y operaciones de la Argentina. De esta manera, Ezeiza cuenta con más seguridad, más infraestructura, más servicios y con tecnología de vanguardia.
Cuando el mega proyecto esté concluido, Ezeiza tendrá capacidad para atender 13 millones de pasajeros anuales y realizar 90.000 operaciones también en ese plazo. Además contará con 186.000m2 de plataforma, 21 pasarelas telescópicas, 4.800 cocheras y 200 puestos de check-in. Tendrá capacidad para procesar 4.000 pasajeros en hora pico y de esta forma, satisfacer el crecimiento inmediato y futuro.
Una de las principales características del proyecto es su etapabilidad. En este sentido la tarea se organizó en plazos para que el aeropuerto siga funcionando sin alterar la calidad del servicio. Las tareas en la B se iniciaron el 10 de julio de 2011, un día después de la inauguración de la terminal C, bautizada Mercedes Sosa.