Ante actores del sector turístico nacional e internacional, y ante especialistas en eventos corporativos y sociales, La Rioja promocionará servicios y todas sus bellezas naturales que tapizan de norte a sur todo su territorio en un espacio exclusivo y único para el intercambio entre quienes forman parte del mundo de la Organización de Eventos y el Turismo de Reuniones y sus clientes, actuales y potenciales.
La cita será en el Centro Cosa Salguero de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los días 14, 15 y 16 de agosto. La comitiva riojana tiene asignado el Stand A111 y estará encabezada por la Secretaría de Turismo y la Casa de La Rioja, que junto con las empresas y agencias privadas dedicadas al sector ofrecerán en detalle a los asistentes al evento los productos turísticos para ferias y congresos de la provincia.
Asimismo, se presentarán todas las variantes turísticas naturales de la provincia, que acompañan armónicamente la infraestructura dedicada a brindar las mejores opciones para la organización de eventos y reuniones.
El inalterable Parque Nacional Talampaya alberga un verdadero tesoro de belleza e historia. Bajo un cielo azul profundo o el resplandor de la luna llena, es posible conocer los vestigios de un remoto mundo perdido.
“Ciudad Pérdida” y “Circuito Arco Iris” son los nombres de los paisajes que forman parte de un territorio de 215 hectáreas separadas solamente por la línea imaginaria que marcan los mapas turísticos. Recorrer esta árida geografía es en sí misma una aventura.
El turismo rural también es una opción en La Rioja, que cuenta con gran diversidad de posadas. Además de mostrar las características de la vida de campo, ofrecen distintas actividades de recreación para todas las edades, como cabalgatas, trekking, cuatriciclos, 4×4, y parapente, entre otras.
Otras propuestas, como la Quebrada del Cóndor, el atractivo del vértice sur, es uno de los pocos apostaderos de cóndores donde se puede sentir el vuelo rasante de estos reyes del cielo; la Cuesta de Miranda, un trazado serpenteante de 14 kilómetros y 800 vueltas que desafía al mareo y el carrovelismo en el Barreal de Arauco, para los más osados.