Las jornadas repasarán vida y obra de Tsvietáieva. Considerada una de las más grandes escritoras del siglo XX, la vida de esta gran poeta estuvo íntimamente ligada a la historia de la Europa de su tiempo. Su poética es un gran tesoro de literatura rusa y ha sido traducida al idioma español por la eslavista Selma Ancira.
La idea y realización del proyecto “Semana Tsvietáieva en la Biblioteca Nacional, 2011”, está a cargo de Sofía González Bonorino, que el año pasado fue gestora del encuentro “Tolstoi 100 años”, realizado con el apoyo de la Biblioteca Nacional, el CEMECH y la Embajada de Rusia, en conmemoración del centenario de la muerte de LeónTolstói.
En este año 2011, para esta serie de conversaciones alrededor de Marina Tsvietáieva, vendrá desde Barcelona, la filóloga y traductora literaria Selma Ancira, -ganadora del Premio Pushkin 2008 y del Premio a la traducción AngelCrespo 2009- a la que le debemos, con su primera traducción de esta autora, el acceso a MarinaTsvietáieva, desconocida hasta ese momento para nuestra lengua. También proveniente de Moscú, vendrá la cantante de culto Elena Frolova, quien presentará junto a Ancira, en el Auditorio de la Biblioteca, el espectáculo poético-musical “Un espíritu no-prisionero” basado en la vida y obra de Tsvietáieva, con escenografía de Juan JoséCambre.
Habrá también mesas redondas y conferencias. Escritores y estudiosos como Irina Bogdaschevski (nuestra gran traductora del ruso), Laura Estrin, Milita Molina, Liliana Lukin, Inés Aráoz (Tucumán), Sandro Barrella, NestorTellechea, Liliana Guaragno, Luis Thonis, Roberto López Belloso (Uruguay), Fulvio Franchi, Claudia Schvartz, Alejandro Tantanian, Diego Alonso, participarán de este encuentro.
La escritura de Tsvietáieva revela una apasionada forma de vivir. Su obra adquiere, por momentos, una fuerte dimensión autobiográfica: relatos, poesía, ensayos, diarios, género epistolar: un cruzamiento vivo de diversos géneros conforma una de las obras más notables e intensas de la literatura del siglo XX.
Marina Tsvetáyeva tuvo una vida marcada por dos guerras mundiales y por el advenimiento de dos regímenes totalitarios. Fue sometida a persecuciones y censuras, exiliada en varias ocasiones, su marido fusilado y su hija muerta por la hambruna. Dejó una obra viva, de impresionante calor, intransigente y llena de valentía.
Su destino, trágico, exhibe las heridas, incurables, de su época.
Marina Tsvietáieva, considerada por Josef Brodski, como la escritora más grande del siglo XX, nació en Moscú, en 1892. Se suicidó el 31 de agosto de 1941, en el lejano pueblo tártaro de Yelábuga, a donde había sido deportada junto a otros intelectuales por el régimen soviético.
Su padre fue Iván Tsvietáiev, (1847-1913) catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Moscú, que fundó en 1898 lo que fuera el proyecto de toda su vida: el Museo de Bellas Artes de Moscú. Su madre, María Alexandrovna Mein (1868-1906), era una excelente pianista, muerta de tuberculosis a temprana edad.
Publicó su primer libro “Álbum vespertino” a los 18 años. En sus obras se destacan “El poema de la montaña”, “El poema del Fin”, “Relato de Sónieshka”, “Carta a la Amazona”, “Indicios terrestres”, “El poeta y el tiempo”, entre otros títulos.
Se casó muy joven con Serguéi Efron, primero oficial de la Guardia Blanca y más tarde, colaborador del gobierno soviético. Tuvo dos hijas. La menor, Irina, murió de inanición durante la terrible hambruna de 1919-1920. La mayor, Ariadna (Alia), fue enviada a un campo de prisioneros en el que pasó muchos años. Su marido, Serguéi, fue condenado a muerte y fusilado por la perversa lógica del régimen stalinista. Marina tuvo otro hijo, Georgui, Mur, con el que vivió hasta el fin. Más tarde, fue llamado a filas, y muere en combate en 1944.
Tsvietáieva vivió largos años en el exilio: Berlín, Checoslovaquia, Francia. Regresó a Rusia en 1938 siendo sometida a persecuciones y censuras. La publicación de sus libros fue prohibida.
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